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Entrevista central, viernes 2 de junio: Lucía Topolansky

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EC —En síntesis, ¿qué es lo que ustedes sugieren?

LT —Como país debemos definir qué dimensión deben tener nuestras Fuerzas Armadas en el siglo XXI, cada una de las tres armas, y en cada arma cómo es la pirámide.

EC —¿Cómo se vincula eso con la reforma de la caja militar?

LT —Se vincula directamente. El ejemplo que siempre se pone es el grado de coronel: si yo tengo exceso de coroneles y la pirámide no converge sino que es muy grande, después eso se va a ver reflejado en el servicio de retiros, porque la gente inevitablemente llega a esa etapa. Entonces tengo que saber que para las necesidades de mis Fuerzas Armadas preciso tantos capitanes, etcétera, ir viendo la pirámide. Obviamente que a comandante en jefe llega uno cada tanto, es como en cualquier otra profesión, yo qué sé, a grado 5 llega uno cada tantos. Pero tenemos que tener clara esa pirámide porque previsionalmente eso nos va a dar el horizonte del costo de ese servicio.

Hay una cosa que es importante ver. A la salida de la dictadura había unos 50.000 efectivos entre oficialidad y tropa, y asimilados, porque tenemos todo el horizonte del Hospital Militar. A partir del primer gobierno de Sanguinetti en todos los períodos de gobierno se bajó el número de efectivos, viene en una curva descendente. Eso hace que hoy tengamos unos 50.000 entre retirados y pensionistas contra 24.000 activos, lo cual desde el punto de vista de cualquier servicio de seguridad social es catastrófico. La ecuación ideal son cuatro activos por pasivo, pero estamos a años luz de acercarnos a eso.

A diferencia de un cuerpo similar, como es la policía, en el que se produjo un fenómeno distinto, porque el número de efectivos policiales empezó a crecer, sobre todo a partir de los gobiernos del FA hay mucha más cantidad de policías, y además hubo otro fenómeno –que ese sí corresponde nítidamente a los gobiernos del FA–, que es que creció el salario. La Caja Policial tiene más aportantes de más monte, con más montepío, entonces el déficit de esa caja ha bajado muchísimo. Todavía no se eliminó, porque están los derechos adquiridos de los que venían del régimen anterior, pero va netamente a equilibrarse. A pesar de que nos demoramos un poco en la reestructura de la Carta Orgánica, pero se hizo finalmente.

Tenemos que aprender de ese proceso, finalmente tenemos que llegar a esos equilibrios. Obviamente sería bárbaro poder llegar en un corto plazo, porque US$ 420 millones, que fue lo que se transfirió este año, es mucho dinero para lo que es el monto del Presupuesto Nacional. A todas las cajas se les transfiere, la seguridad social es un problema en todas las cajas, pero en esta es muy fuerte. No sé en qué tiempo podemos llegar. Le hicimos esta pregunta a Murro, cuál era el efecto.

EC —¿En el MPP entienden que hay una superpoblación de oficiales en las Fuerzas Armadas?

LT —Sí, hay una desproporción.

EC —¿El problema empieza de coronel para arriba?

LT —No sé, no me atrevo a hacer una afirmación tan tajante. Pero hay una cosa básica: hasta capitán es el que tiene mando de tropa, y así como un director técnico precisa 11 futbolistas, un capitán precisa tantos efectivos a su mando. Pero de ahí en adelante no hay una pirámide que responda a una lógica de la función de ese cuerpo. Porque se producen vacantes, hay ascensos, etcétera.

EC —Justamente, usted estaba centrando el análisis en el impacto que esa estructura actual de las Fuerzas Armadas tiene en la caja militar. Lo veía por el lado de los números. ¿Pero en realidad lo que hay es una inflación no justificada de oficiales en las Fuerzas Armadas?

LT —Las Fuerzas Armadas que tenemos vienen con un diseño de hace mil años…

EC —¿Entiende la duda? Porque capaz que esta estructura de las Fuerzas Armadas es un problema para la caja militar pero es la que precisamos.

LT —No, creo que no. Porque uno puede preguntarse: este diseño, en que el grueso de los efectivos son de tierra, del Ejército, y tenemos muchos menos efectivos de mar y de aire, ¿responde al hoy? Yo me contesto que no. Pongo dos o tres ejemplos bien claros. Las Naciones Unidas nos acaban de dar mucho más mar territorial, que tenemos que cuidar, que está bajo nuestra responsabilidad. ¿Son suficientes en este momento los efectivos y los medios que tiene la Marina para custodia, rescate y todo el operativo que tiene que hacer en ese territorio? Yo no lo puedo contestar técnicamente, probablemente el MDN pueda contestarlo o las propias armas, pero hay una desproporción entre los 15.000 efectivos del Ejército y el resto. Porque ese diseño viene de la época en que el territorio se controlaba por tierra. Usted en la presentación habló de drones, y vaya si ha cambiado la cuestión militar todo lo que es a comando remoto. Y a su vez la operativa de los radares de control de los cielos, porque esto es control de soberanía, estamos hablando de soberanía.

EC —Entonces, si el diagnóstico es que por ejemplo tenemos más oficiales de los que precisamos, ¿cómo es que se ha demorado tanto en atacar este error o este defecto?

LT —No son cosas sencillas de hacer. No creo que haya un solo gobernante, y me atrevo a decir que de todos los partidos políticos, que en su programa y sus intenciones no tenga la modernización y determinados cambios como meta, pero después la realidad, muchas veces por derechos adquiridos, por hábitos, etcétera, por los abogados que litigian por aquí y por allá, hace mucho más lentos estos cambios.

EC —Pero estos gobiernos del FA tuvieron por ejemplo a Eleuterio Fernández Huidobro como ministro de Defensa Nacional, alguien muy especializado en estos asuntos, al punto de que en más de una ocasión se consideró a sí mismo un militar. Y se trabajó, por ejemplo en la actualización del concepto de defensa nacional.

LT —Sí, pero por ejemplo él tenía una idea muy interesante que él mismo no pudo llevar a cabo. Hay tres escuelas de formación de oficiales, de la Marina, del Ejército y de la Aviación, entonces él decía: optimicemos recursos, hay una cantidad de materias teóricas académicas básicas que son iguales en las tres armas, y después están las especializaciones. Hablaba de hacer un solo instituto, que ubicaba en Laguna del Sauce –una especie de West Point uruguayo–, para optimizar, con una base de formación de conocimiento de esa profesión en común y después la especialización. Desde el punto de vista de la eficiencia, del aprovechamiento de los recursos humanos y económicos era notable, pero no lo pudo hacer.

EC —Es un dato interesante, no sé si todos lo teníamos presente: podría irse a una fusión de los liceos que responden a las tres fuerzas, convendría. Pero ¿discutieron con Fernández Huidobro de la reestructura de las Fuerzas Armadas en sí mismas?

LT —Yo no, porque no estoy en estos temas, pero hay compañeros que conversaron y la Comisión de Defensa del FA, que es una comisión que funciona bien, ha tratado estos temas.

EC —Porque llama la atención que recién aparezca ahora, que este debate recién se plantee ahora, cuando las papas queman con los números de la caja militar.

LT —No, no es que el debate aparezca ahora, hace mucho que está.

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