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Entrevista central, viernes 20 de enero: Lucía Topolansky

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NB—Por eso mismo, independientemente de que la decisión corresponde al presidente, el MPP preferiría mantenerlo al margen de lo que ha sido el desgaste de la cartera.

LT —No, no es el MPP, esto no lo discutimos como MPP. Yo trasmití algo que el mismo Bonomi dijo y que yo comparto.

NB —Pero Bonomi lo dijo aludiendo a intenciones de algunos compañeros del MPP.

LT —Claro, porque los compañeros lo queremos y lo apoyamos a mil, para nosotros es el mejor ministro del Interior que ha habido. Por esa razón, pero no estábamos proponiendo nada, porque depende de Tabaré.

RA —Hubo quienes interpretaron que con sus declaraciones usted le estaba mandando un mensaje a Vázquez, haciéndole ver que una figura tan importante como la del ministro Bonomi no debería seguir desgastándose tanto.

LT—Yo no preciso mandarle ningún mensaje a Tabaré, porque todas las veces que le he pedido una entrevista, en el período anterior y en este, me recibió. Y si quisiera hacerle un pedido en ese sentido, en nombre del MPP en todo caso, tendría que ser en nombre del MPP, no personal.

NB —¿Cómo observó el hecho de que Vázquez saliera luego comunicando el respaldo a Bonomi?

LT —No tuvo más remedio, porque lo agarraron para el lado de los tomates.

NB —Pero no es la primera vez que se habla del alejamiento de Bonomi del cargo.

LT —De parte nuestra, nunca.

NB —Usted entiende que fue a partir de malinterpretar la noticia que Vázquez se vio obligado a salir a respaldar.

LT —La gente también se olvida de que, en Uruguay, para que un gobierno esté constituido tiene que estar el presidente elegido por la ciudadanía y tienen que estar nombrados el ministro del Interior, el ministro de Relaciones Exteriores y el ministro de Defensa. Los demás ministerios pueden no estar el 1.º de marzo y no pasa nada, el gobierno está constituido. De eso se olvidan Verónica Alonso y los otros que también salieron a hablar. Olvidan la sustancia, la democracia en la que están, olvidan que es una democracia de partidos. No son sentimientos personales, son cosas mucho más serias, el Uruguay es un país serio en eso, la gente no lo debe olvidar. Si yo hubiera nombrado el primer día al ministro de Vivienda, al de Salud Pública y al de Educación no tengo el gobierno constituido. Es así.

RA —¿Usted habló de este tema con Vázquez, a raíz de este malentendido?

LT —No, porque Vázquez sabe lo que pienso, conoce esa resolución del MPP de que nosotros siempre vamos a acatar la orden de mano; que no es menor, no sé si otros partidos y otros sectores tienen la misma resolución. Nosotros lo hicimos por dirección nacional, porque tenemos bien claro que el equipo del presidente es del presidente y el Consejo de Ministros es el equipo del presidente.

NB —Eso no quita que los sectores, y en particular un sector tan importante como el MPP, puedan hacer su juego cuando se conforma el gabinete. La cuota política existe.

LT —Nosotros lo único que hicimos las dos veces fue presentarle una carpeta ofreciendo algunos nombres con su currículo. Pero no exigimos nada, la decisión es del presidente –lo puede chequear con el que quiera–, y nos parece bien. Porque además, cuando uno conforma un equipo de trabajo, puede tener el mejor técnico, el mejor académico, el tipo más insertado en la realidad, pero si en el equipo no hay un feeling, una afinidad, no funciona. No hay equipos de trabajo por decreto, hay que entenderse.

RA —Otra lectura que se hizo apropósito de sus declaraciones sobre Bonomi es si con sus expresiones de alguna forma no terminó dándole la razón a lo que plantea la oposición desde hace tiempo, que la figura de Bonomi está desgastada.

LT —No, todo lo contrario, aclaré bien que es el mejor ministro. Pero sé lo que significa estar en los zapatos de Bonomi, el brutal trabajo. La oposición debería considerar en algún momento, por lo menos con su almohada, todo lo que ha puesto de sí por el país. Recordemos. Marchesano –creo que ahora anda por Panamá–, aquel motín turbio que se generó en el Punta Carretas y después vino el shopping, para hacer el traslado de esos presos. Ramírez, el caso Berríos, hasta el día de hoy sin aclarar, la huelga policial. Stirling, la compra de aquellos módulos de lata para el Penal de Libertad, que hubo que terminar desarmando. Etcétera. Y nunca hubo un ensañamiento, porque nosotros hacíamos oposición en esos años, pero nunca hicimos una oposición de este estilo. Es más, en el 2002 –y el otro día Alejandro Atchugarry lo recordaba en un reportaje– podríamos haber incendiado la pradera, empezar a llamar a sala a todos los ministros, era facilísimo.

NB —¿A qué atribuye ese ensañamiento particular con Bonomi?

LT —Pero nosotros priorizamos el país, hicimos una oposición absolutamente responsable. Claro, es bravo reconocer algunas cosas, yo lo puedo entender humanamente. [Se ríe.]

RA —¿Entiende que hoy la oposición no está priorizando al país con esa actitud con Bonomi?

LT —Con Bonomi y con otras cosas. Lo ha llamado siete veces. Montevideo sigue siendo la ciudad más segura de América del Sur. Es verdad, si comparo con cuando yo tenía 5 o 6 años, la puerta cancel de mi casa se dejaba abierta. Pero no es esa la comparación que tengo que hacer, estoy en un mundo globalizado, en un mundo en el que hay una difusión brutal de violencia con los jueguitos y todas esas guerras fictas con que se engancha la gente. En ese mundo globalizado que ofrece y no da se generan situaciones muy violentas y creo que el Uruguay nunca va a ser ajeno a lo que pase. Pero el Uruguay sigue siendo un país seguro, es un país que ha avanzado muchísimo, se ha trabajado muy bien en los temas de narcotráfico, por ejemplo se crearon los juzgados de Crimen Organizado. ¿Quién creó los juzgados de Crimen Organizado? El FA en el gobierno. No existían los juzgados de Crimen Organizado. Todo eso que son beneficios que han venido es parte de una política global. Lo pueden llamar 10 veces más a sala, pero eso no va a cambiar la línea de acción, porque estamos convencidos de que la línea de acción está bien. ¿Qué se gana con esas escenografías? No mucho. Tres veces seguidas hace que somos gobierno.

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