EC —Cuando se discute este tema, más de una vez aparecen entre quienes tienen una actitud más flexible con respecto al gobierno de Venezuela y a la situación en Venezuela, o directamente la apoyan, las referencias a otros países, a otras situaciones en el mundo y a la actitud de Uruguay frente a ellas.
Tengo por ejemplo un correo que manda Diego, que dice: “Pregunta a Ope Pasquet para contestar directamente sí o no. Si el doctor Pasquet fuera canciller, ¿condenaría en los foros mundiales la dictadura china?”.
OP —Si se diera esa hipótesis en los foros internacionales, en las Naciones Unidas, en el Consejo de Derechos Humanos, etcétera, creo que tendría que juzgarse cada situación por sus méritos, y si se discuten violaciones de los derechos humanos en China, por supuesto, en el marco de esos organismos, votar en ese sentido. Pero no asumir nosotros cruzadas individuales contra China, porque China no forma parte de la OEA ni del Mercosur ni de la Unasur, no tenemos instrumentos jurídicos que nos vinculen de la misma manera ni tenemos un patrimonio común de ideas y de valores por el cual seamos responsables recíprocamente. Con China tenemos que ver lo que digan los tratados, que hasta ahora son de comercio, y lo que diga la Carta de las Naciones Unidas. En ese marco tenemos que actuar conforme a la Carta, pero no hacer planteos individuales Uruguay-China, que serían políticamente absurdos y carecerían de todo sustento jurídico. No es lo mismo en el caso de Venezuela, porque con Venezuela tenemos una serie de instrumentos internacionales que nos vinculan, OEA, Mercosur, Unasur, Celac. No es lo mismo una cosa que la otra.
EC —Cuánto hay, en discusiones como estas, de intención de cobrarle al FA este tema, cuánto hay de campaña electoral en este tema es otra de las discusiones.
OP —Todos los temas políticos, cualquiera, usted elija, que tengan alguna relevancia pueden tener eventualmente, no sabemos, impacto electoral. Si eso descalificara los planteos políticos no tendríamos que discutir nada, no habría que discutir en su momento el caso Pluna, porque como eso podría tener alguna repercusión electoral, quienes hablaran de eso merecerían la tacha de electoralismo. Es absurdo. En la democracia las cosas son así, al final la gente vota. Uno espera que el electorado tenga en cuenta todo lo que se discute a la hora de votar, pero no plantea los debates por eso, los plantea porque desde nuestro punto de vista son importantes para el país.
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EC —¿Hay fecha para el llamado a sala?
OP —No, ayer pregunté a la secretaría de la Cámara y me dijeron que aún no hay fecha.
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Transcripción: María Lila Ltaif
