Entrevista con Isabel Peña, presidenta de Rampla Juniors.
EN PERSPECTIVA
Viernes 23.06.2017, hora 8.31
EMILIANO COTELO (EC) —Rampla Juniors, una institución fundada hace 103 años, hizo historia esta semana. El martes se convirtió en el primer club de la primera división del fútbol uruguayo que tiene a una mujer como presidenta.
Ese día Isabel Peña, una costurera de la Villa del Cerro que hasta entonces se desempeñaba como vicepresidenta, asumió el cargo principal en lugar de Juan Castillo, quien dejó el cargo luego de ser elegido nuevo secretario general del Partido Comunista.
La noticia trascendió fronteras. Por ejemplo, el portal de la Confederación Sudamericana de Fútbol tituló: “Primera mujer presidenta de un club de división honor del fútbol uruguayo”. El diario argentino Olé también recogió la novedad y, haciendo un juego de palabras con el oficio de la nueva presidenta, tituló: “Corte y confección”.
Vale la pena conocer a Isabel y profundizar en la historia y la realidad de Rampla y su vínculo con la Villa del Cerro.
¿Cómo la lleva esto de la fama?
ISABEL PEÑA (IP) —La fama es puro cuento.
EC —¿Se habituó a los micrófonos y a las cámaras? La han perseguido estos días…
IP —Sí. Claro, cae la ficha con el correr de los días, pero el sistema por el cual nosotros trabajamos dentro de la institución no se nota en los cargos. En este momento sí porque la prensa está diciendo todo lo que dice y uno queda un poco cohibido porque no está acostumbrado.
EC —Usted viene de una familia totalmente de Rampla, es hincha de toda una vida, ¿no?
IP —De toda la vida.
EC —¿Cómo empezó su vínculo con el club? ¿De niña?
IP —Vivo a tres cuadras del Olímpico, pero en el 80, cuando estaba el doctor Senra de presidente, Rampla estaba cumpliendo 10 años en la B y sube a primera. Aquello fue un impacto tremendo en la zona, ¿no? Eran otros años, la gente vivía de otra manera lo deportivo. Ahora la gente está un poco quieta.
EC —Su hermano Juan Carlos jugó en el club y su otro hermano, Héctor, fue kinesiólogo.
IP —Claro, pero mi hermano Juan Carlos después con los años fue dirigente de juveniles. Siempre se siguió, es una familia más.
EC —Y usted, por su lado, tiene su propia trayectoria. A fines de los 80 fue pionera en el fútbol femenino, cuando ni se hablaba de esto en Uruguay y se hablaba poco en el mundo.
IP —El doctor Corbo, que fue artífice de todo esto, me decía: “Hay que abrir el abanico, hay que darles posibilidades a todos los gustos en el ámbito deportivo”. Fue así que vino un equipo formado de otro lado y por asamblea se oficializó, porque íbamos a representar en la AUF, entonces tenía que estar oficializado por Rampla.
EC —Incorporaron un equipo de fútbol femenino que ya estaba funcionando.
IP —Claro. Y la asamblea dio el voto y quedamos todos contentos.
ROMINA ANDRIOLI (RA) —¿Cómo fue esa asamblea? ¿Cómo se vivió? Porque estamos hablando de finales de la década del 80. A más de uno le debe de haber sonado raro que estuvieran apoyando a un plantel de mujeres que se incorporaban al club y que iban a defender los colores de Rampla en la AUF.
IP —Primero me dejó un poco… ¿a Rampla? Tenemos gente muy mayor, con trayectoria y todo pero que no veíamos que nos autorizara a tener fútbol femenino. Pero vaya sorpresa: en la asamblea que se realiza para oficializarlo, esa misma gente que pensábamos que no se paró y brindó un aplauso. Quedamos todos chochos de la vida.
EC —¿Usted misma de qué manera se involucró?
IP —El doctor Corbo me dijo “sos la presidenta”. En ese momento estaba de gerenta. No tenía más remedio.
EC —La presidenta del fútbol femenino.
IP —Claro. Y ahí empezamos a trabajar, estaba Omar Paolillo de gerente en la AUF y hablamos con él para ver cómo nos ajustábamos para hacer el estatuto del fútbol femenino. Porque no era lo mismo, no es profesional, entonces había que rescatar y poner otros elementos que funcionaran en el femenino, como las tarjetas, una cantidad de cosas, no hay contratación. Ahí trabajamos, y trabajamos también con el ingeniero Del Campo, de Danubio, nos reuníamos y formamos todo eso, con Nacional también.