
EC —Queda claro que en cuanto a trabajo en la institución usted tiene una trayectoria larga. Ahora pega el salto a la presidencia, no es menor, pero de hecho ya estaba muy involucrada. ¿Cómo le ha ido en estos primeros días? ¿Qué cambió?
IP —Nada, nada. Los compañeros me ven y me dicen “hola, presi”, pero no, con el apoyo total y “estamos contigo”, y Castillo por supuesto también.
EC —¿“Andá a lavar los platos” no aparece?
IP —No, no, no. Eso se lo gritaban al femenino cuando jugaba, pero después cuando vieron qué equipo teníamos y cómo defendía la camiseta se liquidó. Al contrario, a veces había partidos del primero que no eran buenos y decían “no, pongan a las mujeres”. Esos dichos siempre…
RA —Pero ¿cómo la lleva esto de estar en un ambiente tan masculino? Algunas crónicas destacaban que el domingo pasado saludó a los jugadores antes de entrar a la cancha con un beso, algo que capaz que no es tan habitual. Pero imagino que hay otras situaciones en las que es diferente para una mujer. No sé, las charlas de vestuario…
IP —Ah, no, yo no participo.
RA —… las arengas antes de entrar a la cancha…
IP —No, no, en eso no participo. Cuando me ven, un beso, aparte es un grupo divino de jugadores. Pero no, al vestuario no entro.
EC —Me imagino, sí. ¿Por qué cree que hay tan pocas mujeres dirigentes en el fútbol uruguayo?
IP —Hay mujeres que trabajan en instituciones. Nosotros tenemos que participan con nosotros en Secretaría de Prensa, en Comisión de Sede, de Patrimonio, en esas cosas. No a nivel de directiva, pero sí están involucradas. Y la mujer en la familia ramplense es la primera; están los socios, están los hinchas, pero la mujer participa muchísimo. Hoy por hoy la mujer en la cancha se ve, no sé, cada diez hombres, cuatro mujeres.
EC —Se ve y se escucha. Es interesante eso, cómo el sonido de la tribuna ha incorporado en los últimos años voces que claramente no son de hombre.
RA —¿Usted es de gritar mucho?
IP —Sí, yo grito, sí. Grito, no me gusta estar en los palcos, yo quiero estar en la hinchada.
EC —¿Se apasiona mucho?
IP —Sí, sí, pero dentro de los carriles.
EC —¿Se le va la moto?
IP —No, no, no, pongo freno. Trato de hacer lo que les pido a los muchachos: en vez de estar con el otro equipo, gritando, vamos a alentar al nuestro, que es el que necesita apoyo.
RA —¿Es de mirar fútbol, de entender de táctica, de mirar esas cosas?
IP —Sí, sí, también me gusta mucho mirar el fútbol argentino, miro mucho fútbol argentino. Siempre me gustó el fútbol, como me gusta el tenis también, pero el fútbol me gusta muchísimo.
RA —¿Cómo les cae a los hombres en general cuando la escuchan opinando de táctica futbolística?
IP —Trato de no involucrarme mucho, porque hay una Comisión de Fútbol, una Comisión de Contrataciones, trato de respetar.
RA —¿Y en la tribuna?
IP —Sí, o al técnico, “poné a Fulano”, “¿no ves que no está marcando?”. Pero es la pasión que te lleva también, lo hace todo el mundo.









