
DS —¿Y qué pasa con los desalojados de esos lugares que ustedes allanaron? ¿Vuelven?, ¿no vuelven?
JD —No, volver al lugar es prácticamente imposible. Se está trabajando ahí, pero no puedo dar detalles por razones de seguridad. Se sigue trabajando.
DS —En todos los aspectos, vivienda, psicológico, apoyo económico, no sé.
JD —Nosotros no tenemos ni viviendas ni psicólogos para atender a todo el mundo, lo que estamos haciendo es coordinando con distintas instituciones del Estado.
DS —Y se los está protegiendo.
JD —Sí, es parte de nuestro rol.
RA —Usted decía que ahora hay que mirar hacia delante. ¿Tienen indicios de que esta situación que se da en Casavalle se esté dando en otras zonas de Montevideo? Nos llegaba un mensaje de un oyente que planteaba: “Acá en Salto está pasando lo mismo; no solo en Casavalle, no miren solo Casavalle”.
JD —Con el oyente estoy de acuerdo en que no se puede estigmatizar Casavalle, porque ahí viven muchísimas familias honestas y trabajadoras, que sufren las consecuencias de estar pasando por esta coyuntura en este momento, y que además sufren muchas veces la estigmatización fuera del barrio, que me parece absolutamente injusta. Entonces es bueno resaltar que el hecho de vivir allí no significa tener ninguna especie de estigma.
RA —A veces esa estigmatización lamentablemente hace que no tengan otra salida que estar en esa rosca.
JD —Es un círculo vicioso, exactamente. Por eso me interesa dejar claro que ahí vive muchísima gente que es gente de trabajo, gente honesta y que dignamente trata de salir adelante.
En el interior no hemos detectado ese tipo de fenómenos particulares. Es cierto que en algunas ciudades estamos analizando situaciones de precarización, lo que en alguna medida puede tener alguna asociación o no con estos casos. Porque en Uruguay han existido asentamientos o cantegriles –soy lo suficientemente viejo como para recordar el término– que no estaban asociados a la delincuencia necesariamente. Tampoco se puede asociar delincuencia-pobreza, esa sería la peor asociación que podríamos hacer.
Sería bueno que este oyente se comunique con nosotros a cualquiera de los teléfonos de la Fiscalía y nos platee esa situación. No necesariamente hay que hacer una denuncia puntual, existe la posibilidad de brindar información que nos permita llevar adelante una investigación.
DS —Hace un rato contó al pasar cómo se desata la denuncia, con un taxista que lleva a alguien a quien habían desalojado con $ 300.
JD —Esa fue la primera denuncia formal.
DS —¿Qué les diría a aquellas personas que por ahí tienen una información?
JD —Que concurran a la Fiscalía, la Unidad de Víctimas de la Fiscalía General de la Nación está trabajando activamente en ese tema. Que concurran a la Unidad de Víctimas de la Fiscalía, que denuncien, que planteen la situación, automáticamente van a ser puestos en contacto con un fiscal para ver cómo se puede canalizar esa información y qué medidas de protección podemos adoptar. Lo peor que puede pasar acá es no decir nada.









