
EC —Me llama la atención cómo en este tipo de temas últimamente, en estos años, se han ido dando coincidencias entre el PN y organizaciones ambientalistas. Coincidencias que en el pasado eran más bien del Frente Amplio (FA) o de grupos del FA con organizaciones ambientalistas. Hoy en torno a este tema no se escucha, por lo menos con fuerza, la voz de parlamentarios, de organizaciones de la propia izquierda. ¿Qué está pasando en ese sentido?
AU —Primero, las banderas ambientales no tienen color político, simplemente quizás las hemos tomado porque no las han tomado otros. Las causas ambientales son universales, y cada vez más.
EC —Pero ¿siempre fue así? Cuando el PN era gobierno, ¿también se alineaba con las organizaciones ambientalistas? ¿O es un tema de según dónde se está, de un lado u otro del mostrador?
AU —No, recuerde que el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente nació en el gobierno del PN. La primera Ley de Evaluación de Impacto Ambiental, la 16.466, también es producto del gobierno del PN. En el PN siempre hemos tenido una genuina preocupación por los temas ambientales. Quizás si uno lo mirara casi en un análisis freudiano, una vinculación histórica del PN con la tierra, con el mundo rural, que es parte de su raíz, pueda explicar algo de esa ligazón. Pero es una preocupación genuina, no es una preocupación de corte electoral o de coyuntura. La demostramos cuando estuvimos en el gobierno y la seguimos practicando.
EC —Hay otras interpretaciones y la discusión va para ese lado.
RA —Por ejemplo, el mensaje de Alejandro dice: “¿Será que por orden de su líder no quieren buscar petróleo porque tienen interés en importar combustible para competir con Ancap?”.
EC —Esa es una lectura. La otra es simplemente que se está haciendo oposición, que es una forma de hacer oposición, de marcar perfil.
AU —No, no es hacer oposición, porque en esto no había posición del gobierno. Uno hace oposición cuando el gobierno hace algo y uno no está de acuerdo. Esto es totalmente proactivo, no es una respuesta a una acción o idea o gestión del gobierno.
EC —Pero está sobrevolando el planteo de que en el gobierno no se está siendo suficientemente cuidadoso con estos temas, como que no vería riesgos.
AU —Claro que sí, tenemos esa preocupación, porque encontramos un grado de relajamiento muscular importante.
EC —Por eso le digo, y eso es de algún modo hacer oposición.
AU —Tratamos de apretar el ritmo para poner estos temas en agenda. La interpretación del escucha es digna de una novela de ficción casi, es un tanto rocambolesca.
RA —Pero no es que usted esté en contra de la búsqueda de hidrocarburos.
AU —Claro, ese es el error del escucha. Estamos en contra de métodos no convencionales, no estamos prohibiendo los métodos convencionales.
EC —Teniendo en cuenta este espectro político de posiciones, ¿ve posibilidades de que el proyecto salga?
AU —Yo soy optimista. Creo que además, si el FA es coherente con las declaraciones del propio presidente Vázquez y con las que ha hecho públicamente la ministra Cosse –en un congreso de ministros abierto en Zapicán– y esa coherencia de dichos se transforma en hechos, no va a haber inhibición alguna. Repito que la moratoria solamente tiene sentido cuando no se conocen los efectos perniciosos y se duda sobre la eventual bondad o peligro de una práctica. En este caso está comprobado, la práctica no reporta beneficios ambientales.
EC —¿Cuándo se trata el proyecto en comisión?
AU —Ya se trató, fue informado por la Asociación Uruguaya de Geología, por la Facultad de Ciencias, por distintas organizaciones de la sociedad civil, todas en términos favorables a nuestro proyecto. Falta la opinión del Poder Ejecutivo, que va a ser citada, creo que van a ser citados Dinamige (Dirección Nacional de Minería y Geología) y el Poder Ejecutivo el día 8 de junio. Después se pasaría a votar y eventualmente tendremos el debate en plenario posterior.
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