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EC —Ustedes no están de acuerdo cuando se define este paquete de medidas como un ajuste fiscal. ¿Por qué?
PF —Para ver qué definimos como ajuste fiscal lo mejor es ver los ajustes fiscales que ocurrieron en el Uruguay y que hicieron que se popularizara el término. Esto nada tiene que ver con los ajustes fiscales que hicieron Lacalle, Batlle y Sanguinetti. Cuando miramos los brutales recortes de gasto social o los aumentos de impuestos, que porcentualmente fueron muchísimo más elevados que estas moderadas modificaciones que se están proponiendo en este momento, vemos que no tiene nada que ver. Lo irónico es ver que quienes realizaron esos ajustes tan fuertes y con carácter tan regresivo y de recorte de gasto social hoy hablen de “fiscalazo”. El gasto social no se toca, se protege para aquellos que menos tienen.
Y se sigue trabajando a toda máquina e incluso tratando de acelerar lo que tiene que ver con las inversiones que le permitirán al Uruguay no solo aplicar medidas contracíclicas, sino también generar un piso de infraestructura, un piso de potencial físico superior. No es en vano que el presidente de la República en estos días haya tomado participación directa para acelerar lo que tiene que ver con los procesos de participación público-privada (PPP).
Basta ver lo que fueron en su momento la creación del Cofis, los aumentos del IVA, los aumentos del IRP, los recortes de pasividades que se hicieron en el gobierno de Lacalle, que llevaron incluso a que se promoviera una modificación de la Constitución para ajustar las pasividades. No podemos comparar ese conjunto de medidas con lo que se está planteando ahora, son absolutamente diferentes.
EC —Justamente, a propósito del tono del ajuste, la semana pasada, cuando ya circulaban versiones en cuanto a que se preparaban aumentos de impuestos, en una conferencia de prensa Astori insinuó que el paquete sería de otro tipo. Lo dijo de esta manera:
[Audio Danilo Astori.]
“En épocas de desaceleración, reducir el gasto y aumentar los ingresos, por la vía de un incremento de recaudación, es un camino que también en economía llamamos procíclico, esto es, agudiza las partes negativas del ciclo, por lo tanto tenemos que tener un componente contracíclico, anticíclico, que encare la situación que tenemos hoy y vaya a romperla por la positiva, y eso se llama inversión y crecimiento.”
[Fin audio.]
EC —¿Cómo cierran aquellas declaraciones con el paquete que se dio a conocer el lunes?
PF —Justamente, el paquete pretende preservar las dos facetas anticíclicas, exactamente como dijo el ministro Astori. Eso tiene que ver, primero, con no tocar un peso de lo que relacionado con la inversión pública. Toda la inversión pública que estaba prevista se va a realizar, incluso la idea es acelerarla, ir más rápido aún de lo que estaba previsto.
Y en segundo lugar, continuar con el fuerte esquema de promoción de inversiones privadas, generar el mejor marco posible para que la inversión privada continúe llegando a Uruguay y generando puestos de trabajo, generando crecimiento. Por lo tanto, además de las medidas –se ha estado trabajando, algunas de ellas ya fueron puestas en conocimiento público y en práctica– que incentiven aún más la radicación de inversiones en nuestro país, la intensificación, el aceleramiento de las inversiones públicas.
EC —De eso se ha conocido poco, y en cambio sí se conoció mucho de la parte procíclica.
PF —En lo que tiene que ver con los aspectos anticíclicos del lado de la inversión pública, se está trabajando muy bien en lo que tiene que ver con la infraestructura vial, también se está avanzando en la infraestructura ferroviaria, estamos trabajando en los proyectos de PPP, que son procesos que llevan tiempo en su estructuración.
EC —Son lentos, hace mucho tiempo que la expectativa está puesta en las PPP.
PF —Sí; basta ver lo que fueron los plazos del período pasado y lo que fueron los plazos para los lanzamientos en este período. En el período pasado fueron las primeras experiencias en Uruguay, en este momento los plazos están bastante alineados con la realidad internacional. Basta ver lo que son los plazos para la estructuración de un proyecto y el lanzado al llamado público. Vamos aproximadamente un año de que se dio todo este proceso y ya hubo lanzamientos de proyectos de PPP ferroviaria, algunos viales y seguramente sobre fin de año vamos a tener algunos educativos. Se está avanzando en esa línea, se está trabajando.
Y en el caso de la promoción privada lo primero es mantener el esquema que ya tenemos, que ha sido exitosísimo. Es fundamental.
EC —¿Quiere decir que no se van a atender algunos de los reclamos que ustedes reciben desde dentro del FA o del PIT-CNT en cuanto a que habría que eliminar o recortar los incentivos, las exenciones fiscales que tienen determinados proyectos, determinadas empresas?
PF —Justamente, como queremos tener medidas anticíclicas, sería un contrasentido recortar aquellas que ya tenemos.
EC —Eso no se toca.
PF —Para nosotros es absolutamente fundamental mantener un esquema de inversiones. Basta ver los datos empíricos. En la segunda mitad del siglo XX Uruguay tuvo un promedio de inversiones de aproximadamente 12, 13 puntos del PBI, ratio de inversiones inferior al de Haití, por ejemplo, país con todo tipo de problemas. Y en estos últimos 10 años las inversiones crecieron a un promedio de 23 % del PBI y las inversiones extranjeras directas pasaron de 1 % a 6 % del PBI, se sextuplicaron. Son una parte fundamental de la explicación del crecimiento de la última década. Por lo tanto para nosotros este momento de desaceleración es momento de insistir por ese camino para poder generar condiciones genuinas de crecimiento.
Hubo algunas medidas que se tomaron y dieron buen resultado. Por ejemplo, sobre fin del año pasado el Poder Ejecutivo promulgó un decreto que intensifica en un 30 % los beneficios fiscales por el esquema de promoción de inversiones para aquellos proyectos que se presenten y ejecuten en los años 16 y 17 fundamentalmente, atendiendo a esta fase más complicada del ciclo económico. Y en los primeros meses del año, en este contexto de desaceleración, el monto de los proyectos presentados ante la Comap (Comisión de Aplicación de la Ley de Inversiones) creció. Por lo tanto ese es un muy buen dato que habla de la solidez y la confianza que Uruguay genera.









