Entrevista con Pablo Caram, intendente de Artigas.
EN PERSPECTIVA
Viernes 29.01.2016, hora 8.15
EMILIANO COTELO (EC) —El Consejo de Ministros se traslada este lunes a Sequeira, un pueblo de apenas 1.149 habitantes ubicado en el sur del departamento de Artigas, cerca de la frontera con Salto.
El domingo, los ministros mantendrán reuniones con actores de la sociedad civil y el lunes mismo el presidente Tabaré Vázquez escuchará de primera mano los testimonios de los vecinos de la zona de Sequeira.
En estos días previos se ha anunciado allá una manifestación bajo el lema “Artigas también es Uruguay”, que exige soluciones en materia de trabajo, salud y transporte, entre otras.
¿Cuál es la situación del departamento de Artigas? ¿Qué expectativas existen frente a la visita del Consejo de Ministros?
Vamos a conversar con el intendente de Artigas, Pablo Caram, que pertenece al sector Alianza Nacional (AN), del Partido Nacional (PN).
PABLO CARAM (PC) —Estamos contentos ya que el gobierno central va a venir a Artigas a realizar el Consejo de Ministros el lunes en Sequeira, pero también con la expectativa de que van a estar todos los ministros a partir del domingo atendiendo los reclamos de la población.
EC —¿Cuál es la situación actual de Artigas después del golpe que significaron las inundaciones? El 31 de diciembre había en Artigas, según la información oficial, 1.339 personas evacuadas y otras 8.920 autoevacuadas. Hoy, casi un mes después, ¿todas las familias han podido retomar la normalidad?
PC —No, lamentablemente nos quedan 18 familias –92 personas– que están alojadas en una escuela y en el gimnasio municipal. Estamos tratando de reparar las casas y construyendo casas, hoy entregamos dos viviendas, pero los tiempos y las soluciones se hacen más difíciles ya que el tiempo y la magnitud de la crecida del río fueron muy importantes. El río se llevó 52 casas, 54 requieren una reforma importante y eso nos atrasó bastante el tema del realojamiento.
EC —En aquel momento, en diciembre, la Intendencia analizaba la posibilidad de construir unas 70 viviendas para trasladar a familias que viven cerca del río y que se han visto perjudicadas por las inundaciones. ¿Qué pasó con esa posibilidad?
PC —Estamos en eso, pero somos una intendencia con poca maquinaria, vieja, todos los días surge algún problema con alguna máquina. Pero estamos con la gente trabajando todos los días desde primeras horas de la mañana y haciendo horas extras en el correr de la tarde para ir paliando en parte y arreglando lo que tenemos que arreglar. A veces tenemos que tener un poquito de paciencia, tenemos toda la infraestructura de la Intendencia abocada a la reparación de eso, que fue, según el peruano especialista en siniestros que vino de la ONU, peor que el tsunami en Haití. Entonces se nos hace un poco difícil ser rápidos en la entrega de las casas.
EC —Estas inundaciones tan severas también afectaron los recursos económicos de Artigas. Allí las principales actividades son la explotación de la caña en Bella Unión, la industria arrocera, la ganadería. En una entrevista que hicimos el 24 de diciembre usted decía que debido a las inundaciones hubo un daño “muy importante en las plantaciones de arroz”, una gran pérdida de animales, que se había afectado la caminería rural, utilizaba una expresión tremenda: “la caminería rural se nos vino abajo”. ¿Cuál es el balance en estos rubros ahora que las cosas empiezan a ordenarse?
PC —Hay gente que vive del Cuareim y de la costa del Cuareim, como los ladrilleros, los areneros y los boteros, y se fueron botes, se fueron los ladrillos, se fue la arena. Ahí hubo un daño social muy importante también, del río viven más de 120 familias. En el arroz se perdieron casi 2.500 hectáreas. En la uva de mesa según el primer relevamiento se había perdido el 70 % y ahora la información oficial dice que lo que se perdió ronda el 90 %. En la caña de azúcar se perdieron unas 400 hectáreas. En la ganadería se perdió ganado, se perdieron alambrados, fue un daño muy importante. Y en la caminería rural y las calles fue un caos total. Ya estamos con los equipos de bacheo bacheando y tratando de arreglar la caminería rural de acuerdo con las necesidades, las zonas más transitadas.
EC —¿Qué falta agregar para completar este panorama a propósito de las inundaciones y su impacto?
PC —Como decía, hay que tener un poco de paciencia, tenemos toda la infraestructura de la Intendencia abocada a reparar lo más rápido posible. A veces los tiempos nos juegan una mala pasada, pero la voluntad, el trabajo, el esfuerzo y la dedicación de la Intendencia los tiene la gente.
EC —¿Cómo está la Intendencia en cuanto a los recursos necesarios para encarar todas esas obras?
PC —La Intendencia de Artigas es una intendencia pobre, con escasos recursos, dependemos de la ayuda del gobierno central. Acá el rubro 0 rondaba el 89 %, entonces no nos permite hacer muchas cosas diferentes.
EC —¿Qué tipo de respaldo, de apoyo económico ha comprometido el gobierno central?
PC —El gobierno central ya nos envió $ 3,5 millones y ahora vamos a solicitarle a la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), al contador Álvaro García y su equipo, una ayuda importante por el tema de la caminería y las calles. No solo en Artigas capital, sino también en Bella Unión, Brum y Gomensoro, que también se vieron totalmente afectadas. Creemos y estamos convencidos de que el planteamiento que vamos a llevar al contador Álvaro García va a recibir una buena partida de dinero.
EC —¿Ya está acordado eso, ya es seguro?
PC —No, el domingo tenemos la entrevista con la OPP a las 18 horas. Vamos a ir con nuestro alcalde y el director de Infraestructura Vial, pero tenemos relevamientos muy bien hechos, que fueron muy bien estudiados para no pasarnos pero tampoco quedarnos cortos. Sabemos que hay US$ 9 millones para repartir entre las cuatro intendencias y esperamos que nos toque el mayor pedazo de la torta.