
EC —Para tratar de entender cómo se va a mover usted en el Parlamento este año, no alcanza con detenerse en la rendición de cuentas, va a haber otros proyectos de ley y va a haber interpelaciones. Hasta ahora, en Diputados concretamente, era un hecho: las interpelaciones salían con una declaración en la que se consideraban satisfactorias las explicaciones del ministro. Ahora, con usted fuera del FA, eso no es tan obvio. ¿Cómo piensa manejarse?
GM —Me voy a manejar caso a caso. Pero en lo personal no percibo casos de ministros cuya gestión personal considere que deba ser cuestionada. Si hablamos de la interpelación que se viene ahora, la del ministro del Interior, yo he sido un defensor acérrimo del Ministerio del Interior, lo he defendido más que muchos frenteamplistas, incluso en la Cámara. El ministro sabe perfectamente esto que estoy diciendo.
Yo tengo diferencias con respecto al paradigma al cual adhiere el ministerio en la estructuración del modelo de tratamiento del delito. Ellos adhieren a un paradigma histórico del delito multicausal y multifactorial, etcétera, con muchas referencias sociológicas; yo adhiero a una visión mucho más vinculada al delito como estructura dentro de la sociedad y al problema de la seguridad ciudadana como un problema de estructura de la subcultura del delito y estructura y funcionamiento de los aparatos estatales que tienen que prevenirlo y reprimirlo.
EC —¿Eso no da para declarar insatisfactorias las explicaciones de Bonomi?
GM —No, creo que eso da para un debate más profundo con el ministro. Además, dentro del paradigma al que el ministro y el ministerio adhieren, ellos son los que mejor lo aplican, son los que mejor lo han hecho y son lo único que tiene el FA para atender este tema.
EC —Entonces con Bonomi no va a haber problema en una interpelación por el lado de su voto. ¿Otras interpelaciones? Por ejemplo la del avión presidencial.
GM —Es un mamarracho el manejo que hicieron de los sistemas de contralor. Si un organismo te dice que hay que revisar la adjudicaicón, se revisa. Esto de hacer renunciar al frenteamplista para meter a otro que vote y entonces tener la mayoría…
EC —¿Usted dice que lo hicieron renunciar? Él lo desmiente terminantemente, hoy mismo vuelve a decir eso en unas declaraciones en El País.
GM —Tuvieron una suerte bárbara entonces, justo renunció. ¿Qué tenía?, ¿un problema hepático?
EC —No, había terminado su período, llevaba más de 10 años en el Tribunal de Cuentas, entendía que tenía que dedicarse […].
GM —Está bien, no adjudico, tuvieron una suerte bárbara y renunció. Yo no habría sido tan tozudo de seguir con el procedimiento. Y respecto al avión en sí mismo, se precisa un avión presidencial, y un millón de dólares no es plata como para estar discutiendo, se puede hacer mucha alharaca.
EC —Entonces, ¿qué papel juega usted en una interpelación?
GM —¿A quién van a interpelar?
EC —Al ministro de Defensa.
GM —Por ese tema no, el ministro de Defensa tiene un problema mucho más serio que se lo creó el propio FA, que es la investigadora sobre los servicios de inteligencia militar.
EC —Pero la interpelación es sobre el avión presidencial.
GM —Si es por el avión, dudo mucho de que yo vote una censura.
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Transcripción: María Lila Ltaif









