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EC —Otra gran apuesta del MI este último año ha sido la extensión del sistema de videovigilancia. Según se ha informado, para 2017 y 2018 todavía se va a crecer más, está prevista la instalación de 3.300 cámaras en Montevideo y Canelones, que se sumarán a las 1.600 ya operativas en la capital. Recientemente se instaló un sistema en el departamento de Maldonado, en la ciudad de Maldonado y Punta del Este. ¿Hasta cuándo se van a seguir sumando cámaras?
FL —Buena pregunta. Estamos muy convencidos de que la instalación de cámaras es un agente importante en la reducción de los delitos. La experiencia internacional lo marcaba, y ahora estamos teniendo nuestros propios datos. En Ciudad Vieja y Centro, que fueron nuestras primeras experiencias, logramos unos guarismos de 73 %-75 % de reducción del delito. Eso permea en la sociedad y los vecinos agradecen la instalación de cámaras. Esto llevó a que se ampliara a distintas zonas de Montevideo, donde ya existen, como Gral. Flores, Paso Molino, los accesos a Montevideo, la Unión. Y esos resultados llevaron a que ahora estemos con una licitación pública internacional en la calle, con más de 17 empresas internacionales interesadas. Eso habla también de lo garantista que es el Estado uruguayo con respecto a licitaciones que implican un gasto importante de dinero. Vamos a avanzar hacia otras zonas de Montevideo, por ejemplo, zonas comerciales, tal vez Pocitos, Cerro, y también Canelones, para cuidar la Costa de Oro.
RA —Hay quienes dicen que en realidad lo que se hace es correr el delito, correrlo hacia otros lugares donde no hay videovigilancia. ¿Qué responde a ese tipo de cuestionamiento?
FL —Eso se puede tomar como parcialmente ciento. Hoy en día tener videograbado un delito es un elemento más que la justicia toma en cuenta a la hora del procesamiento. Entonces las personas que cometen el delito se corren hacia los establecimientos carcelarios, porque las procesamos. Es muy importante la cantidad de personas que estamos enviando a la cárcel en estos lugares.
EC —¿Ha mejorado la relación con el Pode Judicial en ese sentido? Porque hubo una etapa de fricciones, se cuestionaba en qué medida las grabaciones eran concluyentes, si eran prueba como para que se utilizaran en los juicios.
FL —Es un elemento más tener videovigilado. Más allá del testigo, tiene la explicación del testigo, pero ver en un video el hecho delictivo es algo muy fuerte. Más allá de lo que dicen la víctima y el agresor, es un elemento más, contundente en algunos casos.
RA —En este llamado internacional para la contratación de nuevas cámaras, ¿han tenido coordinación con el sistema judicial para ver que luego se pueda incorporar tecnología que sea efectivamente utilizada para el procesamiento de esa información?
FL —Se está utilizando, no es necesaria la coordinación porque los videos se están utilizando. En algunos momentos hubo inquietudes del Poder Judicial con respecto a su uso. Insisto en que lo muestra el video es un elemento más para la prueba, más allá de lo que dice la víctima.
EC —Vuelvo a la pregunta: ¿hasta cuándo va a crecer el sistema de videovigilancia?
FL —Sigue siendo una buena pregunta. No está claro hasta cuándo. La sociedad lo está solicitando, lo está pidiendo, grupos de vecinos están pidiendo cámaras, es un hecho. Cada uno quiere una cámara en la esquina de su casa, algo que no es factible. Estamos yendo a un esquema de saturación o de saturación media, pero no va a ser posible llegar a la totalidad de la ciudadanía. El horizonte no está claro, porque sigue dando resultados. Creo que los resultados que se obtienen son claves para el crecimiento de este tipo de proyectos.
EC —Otra herramienta tecnológica que ha ido extendiéndose en el funcionamiento de la policía, quizás menos difundida que otras, es el TETRA. ¿Qué ventajas tiene? ¿Qué es?
FL —Es un sistema que ya hemos promocionado en el MI desde hace ya tiempo. Esto fue en la primera administración Bonomi, llegó para terminar con la comunicación policial que todo el mundo escuchaba; estábamos por VHF, antes que la policía llegaban los periodistas, porque escuchaban las comunicaciones. El sistema de comunicación encriptado Tetra es eso, es un sistema seguro de comunicaciones entre la policía. Las comunicaciones son policiales, como sucede en países de primer mundo. A veces a los uruguayos nos cuesta entender que estamos bien posicionados en algunos aspectos. Es eso el sistema de seguridad.
EC —¿Cómo funciona? ¿Es informático, es contable, es con celulares?
FL —Son terminales, parece un Handy, si lo ve de afuera cree que es un Handy, parecido a los anteriores, pero es un sistema digital de comunicaciones.
EC —Y las tablets, ¿cómo se han ido extendiendo el uso de esa otra herramienta en los patrulleros, en la calle?
FL —Es un proyecto que ya tiene un año, un año y medio, que fue distribuir 120 tablets en patrulleros en la zona metropolitana, que es donde está el 96 % de los delitos de todo el país. Ahora estamos lanzando un proyecto de tablets para los policías “pie a tierra”, como se dice en la jerga policial, los que uno ve caminando. Estamos enviando tablets para los policías que van a estar cumpliendo el programa Verano Azul en Punta del Este, y en pocos días también aquí en Montevideo los policías van a tener su tablet en su poder.
EC —¿Qué les permite la tablet?
FL —Les permite, por ejemplo, cargar una denuncia, hacer la denuncia; hoy en día uno tiene que ir. Recordemos que el MI también ha hecho una inversión fuerte no solo económica, no solo tecnológica, sino también en procedimientos internos, que a veces no se ve. Por ejemplo, le hemos ofrecido a la ciudadanía realizar denuncias a través del sistema de denuncia en línea, a través de la web, hoy se pueden hacer denuncias en cualquier seccional. Y ahora con la tablet un policía conectado a la red del ministerio puede levantar una denuncia o entrar y consultar por vehículos requeridos, por personas requeridas, por ejemplo. El trabajo que puede hacer una seccional lo puede hacer un policía estando en la zona urbana.









