
EC —¿Cómo se venden sus libros en Cuba?
DQ —El hombre que amaba los perros rompió bastante eso, porque tuvo un vínculo muy especial con algunos […] cubanos.
LP —No, los libros se editan igual que los de otros autores, en cantidades pequeñas, se distribuyen a veces bastante mal. El último que se publicó fue la novela Herejes, del que se debieron haber hecho 4.000 ejemplares y no creo que hayan circulado más de 1.000, 1.500; los otros se volatilizaron, no sé adónde fueron a dar. El año próximo es posible que se reediten en Cuba seis, siete libros míos; cuando estén reeditados y los vea me lo creo, últimamente ya no me creo las cosas hasta que no ocurren.
Es una situación un poco complicada, porque tengo en Cuba mis mejores lectores, mis más fieles lectores, y son los lectores a los que más difícil se les hace el acceso a mis libros.
EC —¿Cómo analiza la etapa que está viviendo Cuba, sobre todo teniendo en cuenta el deshielo de las relaciones con EEUU?
LP —El deshielo ha sido sobre todo a nivel diplomático. A nivel económico sigue habiendo la misma coyuntura, que dicta fundamentalmente la existencia de la ley del embargo norteamericana. La disposición de Kennedy del año 62 se convirtió en ley en los años 90 y ahora ni siquiera el presidente de los EEUU la puede derogar, tiene que ser el Congreso norteamericano. Eso hace que no sean relaciones normales, porque no pueden ser relaciones normales entre dos países cuando uno embarga comercial y financieramente al otro. En eso el gobierno cubano tiene toda la razón, es una situación que afecta la economía del país y la economía de cada uno de los cubanos.
De todas maneras, creo que este proceso de acercamiento diplomático y político es beneficioso, ha bajado de cierta forma la tensión que ha existido durante tantos años. Aunque yo pensaba que esto iba a mejorar un poco sobre todo esa retórica que se utiliza, y en los últimos días he visto que no, que por una parte hay personas oficiales y muy capacitadas que hablan a favor de determinados cambios que se han producido y hay otros que dicen que todo esto es parte de un proyecto injerencista norteamericano. En fin, hay opiniones diversas, no se ponen de acuerdo y el embargo sigue existiendo y no pasa casi nada.
EC —No pasa casi nada.
LP —Casi nada. La gente está muy contenta con que los billetes de avión La Habana-Miami bajaron un 40 %, 50 %, así que vendrán más cubanos de Miami con dos maletas de ropa y comida e irán más cubanos de Cuba a Miami, si tienen la visa para ir, y regresarán con dos maletas de ropa y de comida. Por ahí seguiremos, más o menos en la misma historia.
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DQ —Contanos en qué proyectos estás ahora. Vimos en noticias de otros medios que estás con proyectos audiovisuales sobre tus obras.
LP —Ya están terminadas las cuatro novelas y los cuatro capítulos de la miniserie Las cuatro estaciones, una producción española; por cierto, la productora es uruguaya, Mariela Besuievsky, la esposa de Gerardo Herrero, de Tornasol Films. Cada una de mis primeras cuatro novelas es un capítulo de esa serie. Se va a trasmitir por televisión en España y en América Latina a partir de enero del año próximo; la fecha la deciden las televisoras. De una de esas películas se hizo una versión para cine que se llama Vientos de La Habana, que se estrenó en España el 30 de setiembre pasado y se va a presentar en el festival de cine de La Habana y en algunos otros festivales de cine. Va a venir al festival de Mar del Plata, en Argentina, así que a lo mejor la película se da un saltico también hasta Uruguay.
Y sigo escribiendo la novela en la que estoy involucrado ahora, ya terminé de escribirla, la están leyendo cinco o seis lectores de mi confianza que me dicen todos los horrores que me tienen que decir, y a partir de eso empiezo a trabajar en una segunda versión.
Estoy terminando una gira bastante complicada por América Latina, porque después de que termine aquí en Uruguay me voy a Brasil, después voy a Chile, regreso a La Habana y en una semana me voy a Guadalajara, a la feria del libro, y termino los viajes en diciembre en Panamá hablando de otro proyecto audiovisual con una persona muy importante que no puedo nombrar.
DQ —Sé que habla por teléfono con González Iñárritu… o sea que está conectado Padura.
LP —Sí, pero esto es otro proyecto distinto.
EC —No va a decirlo.
LP —No, no puedo decirlo porque todavía no hemos concretado nada. Solamente puedo decir que el punto de encuentro es Panamá. Va a haber una cumbre iberoamericana.
DQ —Habrá que estar atentos.
LP —Mira, si en Panamá Raúl Castro y Obama se dieron la mano y se reían y se miraban uno al otro, que yo me encuentre con alguien en Panamá y haga lo mismo para hablar de cine no está mal.
EC —Ya dio alguna pista.
LP —No, Panamá es la única pista. No me la vas a sacar.
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Transcripción: María Lila Ltaif









