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Entrevista central, viernes 7 de julio: Ricardo Pérez y Álvaro García

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EC —La pregunta va para el jefe de policía: ¿qué hacen ustedes?, ¿procuran sacar a la gente que anda en el lugar?

RP —Sí, a veces en esas situaciones es bastante difícil hacerle entender a la gente. Nos pasa mucho también en los accidentes de tránsito, a veces hasta se provoca algún otro accidente de tránsito cuando están en la escena, por mirar la escena termina chocando algún otro vehículo. Lo que tratamos de hacer y fue lo que se hizo es rodear la zona para mantener lo más alejada posible a la gente de esos lugares. Pero muchas veces la gente se quiere arrimar para filmar, de hecho en este caso hoy vemos que en todo momento se estuvo filmando toda esta situación. Se corren riesgos.

EC —Y ese otro factor ¿cómo es tenido en cuenta por ustedes? Los están filmando, lo que hacen ustedes está siendo registrado por terceros. ¿Eso influye, los condiciona?

RP —Eso puede ser muy importante para nosotros mismos, para ver la acción policial. En este caso puntual quedó demostrado cómo actuó la policía. Cuando uno actúa dentro de los procedimientos, al contrario, lo puede beneficiar. De hecho, muchas veces el propio juez, cuando hay filmaciones de este tipo, cuando hay cámaras de privados, que no son de la policía, solicita esas filmaciones de privados.

EC —Sí, y hay una vieja costumbre que todos hemos visto en la policía de empujar y sacar a un fotógrafo o a un cameraman de televisión. Eso es tradicional. Ahora como que ya no se puede, porque los cameramen, los fotógrafos son decenas.

RP —No sé, pienso que cada vez se dan menos ese tipo de situaciones.

EC —Pero pasaba, se tendía a retirar a quienes trataban de tomar la información gráfica.

RP —Creo que si usted está haciendo lo que debe hacer, al contrario. Muchas veces es utilizado, todos los diferentes juzgados están pidiendo, cuando tenemos un hecho, “fíjense a ver si tenemos alguna filmación, alguna cámara”. Hace poco tuvimos la filmación de un accidente de tránsito de una persona que casualmente estaba mirando con su cámara hacia ese lugar y eso fue la prueba fundamental para ese procedimiento.

***

EC —Comisario García, una puntualización a propósito de cómo usted termina haciéndose presente en el lugar de los hechos. Usted es jefe de la Unidad de Respuesta Móvil de la zona II, esa zona. ¿Estaba en actividad en ese momento?

AG —No, me encontraba en mi casa, hacía un ratito había llegado a mi domicilio. Tengo por costumbre escuchar, debido al trabajo que desarrollo, la radio, el equipo handy policial, y a través de ese medio me entero de las comunicaciones del 911.

EC —A usted no lo llaman, usted decide ir cuando se entera de lo que está pasando.

AG —Sí, exactamente.

RA —Después de los primeros minutos de negociación con el delincuente, en un momento el asaltante solicita un taxi para irse también. Usted le ofrece su propio vehículo. ¿Qué hacía con su auto personal y por qué termina haciéndole esa propuesta?

AG —El vehículo no es mi auto personal o particular, es el auto que tengo asignado por la tarea que desarrollo y es de la Jefatura.

EC —Es un vehículo que tiene aspecto de particular, pero es policial.

AG —Exacto, es un auto del Ministerio del Interior asignado de acuerdo a la tarea que desarrollo. Esto obviamente la persona no lo sabe, si él lo ve es un auto de características particulares. Al evaluar y desestimar la presencia de un taxi, disponer de un taximetrista o un taxi en el lugar…

RA —Usted evaluó eso, que si le ofrecía un taxi iba a estar exponiendo a otra persona, que podía ser tomada de rehén incluso.

AG —Claro, exactamente, era sumar un rehén más o arriesgar una vida de forma innecesaria. Eso no lo iba a aceptar.

RA —Él pedía que alguien le condujera ese vehículo, que iba a ser un canje de rehén.

AG —Podría, entra dentro de las hipótesis que rápidamente se visualizaron, era liberar la rehén e irse con un policía desarmado –era una de las exigencias de él– que le hiciera de chofer del vehículo.

EC —¿Usted accede?

AG —Accedo a que traigan el auto, accedo en primera instancia a que un policía hiciera o simulara la conducción del auto, pero ahí no habíamos llegado al punto de la liberación de la rehén, o sea que hasta ahí puedo hablar porque el resto ya sería subjetivo porque no ocurrió. La negociación en ese punto era el auto por la liberación de la rehén.

EC —Cuando el delincuente intenta subirse al auto termina siendo abordado de atrás por otro policía, el cabo Ricardo Guevara, que logra reducirlo. Eso no estaba en el plan. ¿O sí?

AG —Este tipo de situaciones son muy vertiginosas, muy rápidas, pueden cambiar en segundos, incluso tomar aspectos que uno ni se imagina. Creo que la actitud, la visión que tiene el cabo Guevara en cuanto a la distracción del delincuente, que en ese momento –se ve en algunos videos– tenía la atención puesta en el chofer y en la conversación que estaba manteniendo conmigo. El cabo lo ve, ve que le da la espalda y toma la acertada determinación de abordarlo, que era ese el momento.

EC —De algún modo eso fue posible porque usted seguía hablando con él, lo estaba “distrayendo”, estaba obligándolo a que prestara su atención en una sola dirección.

AG —La atención tiene que estar en una persona y no en varias, si no…

RA —Además él lo hizo de manera muy delicada, se aproximó de manera muy delicada, como si estuviera formando parte de la negociación y ahí… Si hubiera corrido seguro que se daba cuenta.

AG —Fue una actuación, una determinación, un arrojo muy profesional, muy destacable del cabo y un sargento que va también a abordarlo de forma inmediata al delincuente.

EC —Lo tenían distraído, habían encontrado esa situación en la que el delincuente estaba distraído en la conversación con usted, etcétera; igual no era fácil reducirlo, porque él estaba armado. Y de hecho termina habiendo un disparo, esos agentes corrieron un peligro.

AG —Sí, sí, claramente. Hay un riesgo que es inminente y todos corremos; siempre hay que tratar de minimizar esos riesgos.

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