El expresidente analizó los resultados de la victoria kirchnerista en las elecciones PASO argentinas y qué impacto pueden tener en Uruguay; luego, dio su punto de vista sobre cómo viene la campaña electoral para el Frente Amplio y adelantó una propuesta económica inspirada en cómo está trabajando el Gobierno chino con sus empresas
EN PERSPECTIVA
Miércoles 14.08.2019, hora 8.00
EMILIANO COTELO (EC) —El resultado de las PASO (primarias abiertas, simultáneas y obligatorias) en Argentina y los movimientos en la intención de voto en Uruguay. Dos ingredientes de los últimos días que le agregan interés a nuestra campaña electoral.
Las elecciones primarias argentinas tuvieron su repercusión acá. Algunos dirigentes del oficialismo celebraron el primer lugar cómodo que obtuvo la fórmula justicialista Alberto Fernández-Cristina Fernández y el revés que sufrió el presidente Mauricio Macri. Y en la oposición hacen esfuerzos por desvincularse del gobierno y el desempeño electoral de Macri, a quien varias figuras blancas y coloradas habían respaldado en su momento.
Al mismo tiempo, en este lado del Río de la Plata los sondeos de intención de voto comienzan a exhibir un cambio en las preferencias del electorado. Ernesto Talvi, aún tercero, acorta la diferencia con Luis Lacalle Pou y se cuela en la batalla por el balotaje.
¿Qué lectura hace de este panorama el expresidente José Mujica? Lo conversamos con el líder del Movimiento de Participación Popular (MPP).
¿Dónde lo encontramos?, ¿en su casa?
JOSÉ MUJICA (JM) —En mi casa, sí.
EC —Con estos fríos de estos días, ¿qué pasa con sus actividades allí en la chacra?
JM —Siguen entretenidas, siempre hay entretenimiento. Por lo menos picar leña, que es una forma de gimnasia interesante y ayuda a calentar el hogar.
EC —Ayuda a calentar el hogar… y ayuda a que la persona baje tensiones también, ¿no?
JM —¡Sí! Y circula la sangre, una actividad que los veteranos tenemos que cultivar permanentemente.
EC —Empecemos hablando de lo que ocurrió en las elecciones argentinas, en las PASO del domingo pasado. El Frente de Todos, con la fórmula presidencial Alberto Fernández-Cristina Kirchner, logró más del 47 %, y la fórmula Mauricio Macri-Pichetto, la del oficialismo, solo obtuvo 32 %, 15 puntos por debajo de Alberto Fernández. ¿Qué le dice un resultado como ese?
JM —Dice varias cosas. Una, establece esa peculiaridad que tiene la Argentina, que tiene esa cosa que se llama peronismo, que no es un partido político y que tiene tintes por momentos de religión. Es una categoría especial entre política y religión, que cuando logra juntarse, siquiera en parte, es una cosa difícil de soportar. Esa es una realidad de la Argentina que para nosotros no tiene mucha explicación, pero que ese animal existe no se puede negar.
Segundo, no sé si fue Fernández el que ganó, me inclino más a pensar que la ortodoxia que aplicó Mauricio tuvo un costo social muy fuerte y se lo cobraron.
EC —Curioso lo que usted dice, porque desde tiendas económicas liberales, al revés, se sostiene que Macri debió haber hecho un ajuste más profundo. No parece haber sido tan ortodoxo.
JM —Sí, lo que le reprochan es que demoró mucho tiempo, que debió haberlo hecho de entrada y cuestiones por el estilo. Pero no entienden la política, en un país como la Argentina eso está condenado al fracaso, porque no hay esquemas que no tengan en cuenta la historia y la realidad social. La Argentina es un país que tiene muchas virtudes y muchos defectos, pero entre las cosas tiene un movimiento social combativo enorme, con ciertas peculiaridades que hacen que cosas que de pronto caminan en otro lado ahí no caminen. Sencillamente me parece que la ortodoxia económica tiene que tener en cuenta la realidad social e histórica de un país.