
EC —Usted frente a los gobiernos kirchneristas ha tenido una posición muy particular, porque por un lado mantenía una buena relación, tanto con Néstor en su momento como con Cristina Kirchner después, pero al mismo tiempo hacía críticas públicas, algunas de las cuales generaron algún cortocircuito incluso.
JM —Sí, tuve flores de líos, y tuve una discusión en el puerto de Buenos Aires… rayana en lo tragicómico.
EC —¿Nos recuerda aquella discusión?
JM —Cuando tenía que autorizar que UPM aumentara la producción se lo dije en una reunión en el puerto de Buenos Aires a Cristina, y ahí tuvimos una discusión violenta. Lo tenía que hacer y lo hicimos, y anduvimos mal, bastante mal, unos días, después se pudo sobrellevar.
EC —Ahora tengo presente el hecho, se me había olvidado.
JM —Acá hay un problema real que es el siguiente: uno puede tener concordancia, simpatía, no simpatía con el que esté al mando en la Argentina –tampoco hay que estar subordinado–, pero no puede estar peleando permanentemente, hay que tratar, fuere lo que fuere, de tener la mejor relación. Recuerde que cuando el señor Macri era gobernador de Buenos Aires yo me fui contra viento y marea a una inauguración del Teatro Colón, que me lo reprocharon después. Fui por razones sentimentales, en honor a mi padre, pero fui y los que estaban en el gobierno se quedaron ofendidos porque en la Argentina parece que hay que ser blanco o negro y chau.
EC —Justamente, a propósito de esos antecedentes viene una de las preocupaciones. Estamos todos mirando lo que ocurre hoy, mañana, pasado en Argentina, porque eso que está dándose en esta coyuntura ya de algún modo nos pega, ya nos complica: la diferencia cambiaria, el impacto en el turismo… Pero está el interrogante sobre qué puede pasar si efectivamente Alberto Fernández es el nuevo presidente a partir de fin de año. Ayer en desayunos de Somos Uruguay, Ernesto Talvi recordó que Uruguay tuvo problemas con administraciones kirchneristas, pero pidió el beneficio de la duda con respecto a Alberto Fernández.
(Audio Ernesto Talvi.)
No tenemos buenos antecedentes en la relación de Uruguay con los gobiernos kirchneristas, pero démosle el beneficio de la duda. Nosotros, desde esta posición en la que estamos hoy, que ya no somos analistas, vamos a procurar buenos vínculos diplomáticos y comerciales con todos los países del mundo. Nosotros no le pedimos pedigrí ideológico, Uruguay nunca hizo política exterior sobre la base de amistades ideológicas, lo hizo sobre la base los intereses del país. Los gobiernos del Frente Amplio (FA) rompieron con esa tradición, que lleva decenas de años en el país.
(Fin audio.)
EC —Me llama la atención la coincidencia entre algunos términos de Talvi y lo que recién expresaba usted.
JM —Sí, pero es un poco falso. Porque yo tuve relación y buena relación… fui con Piñera a la Antártida en un avión chileno siendo presidente. Y vaya que tuve relación con el gobierno de Colombia por el asunto de la paz. No es una catadura de simpatía ideológica, no se hace honor a la verdad. Y tuve buena relación con Obama y fui a hablar a Cuba, etcétera, etcétera.
EC —¿Usted dice que desde sectores de la oposición se caricaturiza cómo fue su actitud en relaciones internacionales cuando ocupó la presidencia?
JM —Absolutamente infantil lo que se dice. Porque me parece que en materia exterior hay que tratar de tener la mejor relación que se pueda con el que sea. Y tratar de abrir todas las puertas que se pueda. No es precisamente por signo ideológico.
EC —Hecha esa aclaración, yendo al fondo de lo que decía Talvi, ¿qué dice en cuanto a que hay que darle el beneficio de la duda a Alberto Fernández?
JM —Creo que es una persona independiente y que no hay que recibirlo con una piedra en cada mano.
EC —Pero el temor a que volvamos a tener problemas con Argentina, que se solucionaron con la llegada de Macri al poder, existe.
JM —Siempre lo vamos a tener, son vecinos imprescindibles y están ahí, tenemos que lidiar con la realidad. Nos está saliendo barato porque –por lo menos hay que ponerles un reconocimiento a los gobiernos del Frente– cortamos aquel cordón umbilical que nos ataba al sistema financiero. Es la primera crisis severa que tiene la Argentina que no golpea en el sistema bancario nuestro. Tenemos que agradecerlo.
EC —Pero usted recordaba hace unos minutos que cuando asumió Macri estaban vigentes, de la etapa kirchnerista, políticas hiperproteccionistas. Ese también es un temor o un riesgo del que acá se habla.
JM —Y también recuerdo cuando nos metimos a hacer política en contra del gobierno de Perón, seis años con el turismo cortado acá porque nos metimos en el conflicto interno que tenía la Argentina. También hay que aprender una lección: hay que respetar la autodeterminación, me guste o no me guste, porque al final a un país pequeño termina siendo lo que más le conviene.
EC —Eso me lleva a la próxima pregunta: ¿qué impacto tienen estos hechos de Argentina en la campaña electoral uruguaya?
JM —Yo no voy a andar cobrando nada con eso, no sé lo que van a hacer otros. No estoy para pelearme con nadie, nosotros tenemos que discutir. Creo que el problema sustantivo que tenemos es cómo aumentamos la inversión en el Uruguay para generar trabajo. Ese es el meollo de la cuestión o el problema que tiene la etapa. Lo demás me parece secundario.
EC —El lunes mismo varios dirigentes del FA celebraron la derrota de Macri y saludaron el triunfo del frente encabezado por el kirchnerismo.
JM —Sí, pero yo no hice manifestaciones públicas. Porque lo que conviene es perfil bajo y esperar.
EC —La tentación de combinar una cosa con la otra obviamente está.
JM —Sí, está.
EC —Por ejemplo, hay varios dirigentes del Frente identificando a Lacalle Pou y a Talvi con las políticas de Macri, que ahora parece claro que están en problemas muy serios o directamente fracasando.
JM —El zorro cuando es corrido de lejos la olfatea. Nosotros somos un país de 3 millones, apenas un barrio de San Pablo, tenemos que tener la inteligencia mínima de que las diferencias internas que podemos tener no rompan en nosotros. El gobierno que viene va a tener un mosaico político y va a tener que lidiar con esa realidad. Nosotros tenemos que tratar de pelear por ese capital indeleble que tenemos que es tener un sistema político que tiene relaciones y que puede negociar. Me parece que ese es un capital incluyente del país, no hacer lo que hace la Argentina.
EC —Eso que dice es interesante, es importante, pero ¿conviene el discurso que están utilizando algunos dirigentes frenteamplistas de festejo del triunfo de Alberto Fernández, o de la muy buena votación de Alberto Fernández, y equiparar a Talvi y a Lacalle Pou con Mauricio Macri? ¿Piensa que en el MPP, por ejemplo, van a ir por ese lado?
JM —No sé lo que van a hacer porque las cabezas son independientes. Lo único que le puedo decir, mi querido amigo periodista, es lo que voy a hacer yo. De mi boca no va a salir manija ni en contra ni a favor.