EC —Aquel segundo intento del año 1935 tampoco prosperó. Y lo cierto es que la explaza pasó a manos de la Intendencia en 1940. Desde entonces está el signo de interrogación abierto. Ha habido cantidad de intentos de remodelación de este monumento histórico nacional. ¿Qué es lo que ahora ha cambiado? ¿Qué condiciones cambiaron que permiten que hoy sí prospere un proyecto como el que vamos a ver?
WD —Una combinación de cosas, como siempre pasa en esto. Primero, la real convicción de que si no hacemos algo la vamos a perder. Segundo, una voluntad política muy clara del gobierno local, con el doctor Moreira, de realizarla, y hay aportes nacionales del gobierno nacional. Se terminaron conjugando una serie de proyectos y de estudios de viabilidad técnica, estructural, una serie de condiciones, y, por supuesto, la plata. Porque esta historia termina siempre en que se necesitan recursos para hacerlo. Hace mucho que los colonienses queremos reconstruir la plaza, hace mucho que hablamos de ese tema, pero las obras de esta magnitud se reconstruyen con dinero, además de la voluntad política, el esfuerzo técnico y el proyecto arquitectónico.
EC —Mi impresión es que también está de por medio el desarrollo turístico que ha venido teniendo en los últimos años Colonia del Sacramento, al que le falta algo. Ha tenido un impulso muy interesante el movimiento allí, con visitantes que llegan con mucha facilidad de Buenos Aires, pero también de Brasil, de países europeos y el turismo interno de Uruguay mismo. Pero da la impresión de que a la ciudad le faltan más atracciones, actividades culturales, deportivas que alarguen las estadías.
WD —Coincido, es parte de la estrategia. En el 2012 yo fui director del plan de gestión del sitio Patrimonio Mundial del Barrio Histórico que presentamos ante Unesco. Una de las visiones estratégicas era que mejorar el barrio histórico era mejorar el Real de San Carlos. Tenía que explicarle a la gente cuando estábamos haciendo la validación por qué para mejorar el barrio histórico había que invertir a tres kilómetros de él, por qué había que invertir en otro lugar para que mejorara. Es una forma compleja de entender el tema, pero muchas veces cuando uno tiene un sitio que está sobrecargado y no tiene otras alternativas termina teniendo un sobreúso. Por lo tanto esta opción le daba a la ciudad, primero, un desarrollo mucho más armónico; segundo, la posibilidad de tener otras opciones; tercero, un abanico que no tenemos. Son 2.400 personas que se van a poder sentar en una grada más 1.200, 1.300 que van a poder estar en el ruedo haciendo pogo si el espectáculo lo amerita. Es un número muy importante en un lugar que va a tener una acústica espectacular y que además es un ambiente único, porque claramente no hay cómo imitarlo esto, la plaza de toros va a ser un anfiteatro único. Eso le da una posibilidad de desarrollo a esa zona del Real de San Carlos. Y si le agregamos además el frontón… estamos hablando con la Federación Internacional de Paleta Vasca seria y profundamente para hacer nuevamente un mundial. Hay que hacer unas reformas, pero ellos están muy entusiasmados de poder traer una de las posibles subsedes a Colonia, porque están hablando de un mundial de paleta vasca en Argentina en 2022.
EC —Vamos a concentrarnos ahora en la plaza de toros y el futuro que están preparando. Según el proyecto que se ha armado, la idea es convertir ese escenario, hoy venido a menos, en un centro cultural, deportivo y comercial. ¿Qué características tendría?
WD —Lo primero es que estamos ante un monumento histórico, por lo tanto la primera característica es el respeto por el monumento histórico y por la iconografía que representa la plaza de toros, no solo para los colonienses, sino para todos los uruguayos y la gente que la visita. Por lo tanto partimos del respeto.
El proyecto incluye dos ascensores –porque hay que pensar en el tema accesibilidad– vidriados para insertarse en el proyecto. Todo lo que es servicios está cubierto, pero el complejo va a tener un restaurante, una tienda de merchandising, de souvenirs, un museo taurino, un centro de eventos, dos locales comerciales, las áreas de servicios, administración, baños, baños para discapacitados, la tecnología de último nivel en cuanto a sonido, video, accesibilidad, condiciones de saneamiento, etcétera. Todo ese tipo de cosas además de acondicionar algo más de un tercio de la plaza de toros, lo que da hacia la avenida Mihanovich, al acceso principal, cambiando las gradas, porque el hormigón está colapsado.
El hormigón y el ladrillo fueron los que más sufrieron el paso del tiempo, a pesar de que uno siempre pensó que podía ser el hierro. Vamos a tener que hacer la parte de gradas, unas gradas similares prefabricadas, pero las tenemos que cambiar. Hay partes de hierro que hay que reforzar y se agrega la parte del deambulatorio superior, con chapa, en el lugar que se rehabilita, permitiendo un disfrute y un acondicionamiento acústico espectacular. Porque la plaza tiene muy buena acústica pero en el centro, cuando uno se mueve un poquito del centro reverbera, por eso hubo que hacer una pequeña adecuación de acondicionamiento acústico que terminamos haciendo porque precisábamos un vallado de madera como a los dos metros. Si alguna vez han visto una plaza de toros habrán visto que cuando hay una corrida hay un redondel de hormigón donde está la grada y un redondel interior de madera. Ese ruedo de madera en el que se protegen los toreros cuando están saliendo a lidiar y el toro está saliendo y es un área de servicio. Aquí no va a haber corridas, nunca lo pensamos, estamos pensando en los mejores espectáculos, en lo mejor de la cultura y en el mejor deporte, pero nunca en corridas de toros. Pero pusimos esos paneles de aislación acústica a los dos metros, de forma tal que uno pueda interpretar cómo es una plaza de toros con ese aro complementario de madera.
EC —Hemos puesto imágenes del proyecto para hacernos una idea de lo que se viene.
WD —Describirlo por teléfono es complejo, pero las imágenes valen por mil palabras, creo que los renders que están ahí representan muy bien lo que proyectamos y lo que estamos soñando.
EC —Representa cómo va a lucir por dentro con las nuevas gradas, con esas explanadas circulares y con el aspecto exterior, esa especie de plaza abierta.
WD —Exacto. Cuando estábamos en el proyecto ejecutivo con los amigos de Sitio surgió esta idea de trabajar dentro, fuera, transformar ese rodeo de césped en una plaza que se pueda vivenciar, donde también pueda haber música, en la que uno participe de la plaza sin estar debajo del deambulatorio o dentro o en un restaurante o en una tienda de merchandising. El complejo ganó en urbanidad, en integración con la ciudad; me parece que es un gran logro.
EC —Hay un gran aro exterior a la plaza de toros que termina conformando una vereda, un paseo.
WD —Exacto. Lo que hoy está, hoy tiene ese cordón cuneta, está ahí. Lo que hicimos fue respetar ese cordón cuneta y a partir de ahí generar un proyecto que integrara el edificio con esa plaza exterior a la ciudad.
EC —Quedó dicho al pasar que debajo de las gradas van a instalarse locales comerciales y otro tipo de establecimientos.
WD —Claro. Uno lo tiene tan presente que lo dice al pasar, pero efectivamente se está aprovechando todo el bajogradas de la zona que se reconstruye. Ahí van el museo taurino, la tienda de merchandising, el restaurante, el centro de convenciones, y se aprovecha también para hacer algunos locales comerciales y demás. Esa es la potencialidad de ese tercio que se rehabilita aprovechada 100 %. El resto va a quedar como ruina consolidada.
