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Entrevista, jueves 28 de junio: Isaac Alfie

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EC —A raíz de lo que dijo el propio presidente Tabaré Vázquez en la cumbre del Mercosur ahora en Asunción, entrevistamos aquí en EN PERSPECTIVA al economista Marcel Vaillant, que está especializado en asuntos de integración, de inserción internacional. Y él enfatizaba que desde hace años entiende que no van a prosperar las negociaciones de acuerdos comerciales encaradas por el Mercosur como bloque, ninguna. Que lo de la Unión Europea es un ejemplo, a cada rato parece que sí, nos acercamos, estaríamos por firmar, y después, púmbate, se cae de vuelta. Que nunca va a pasar, que no se va a concretar ninguno de esos acuerdos porque hay intereses dentro del Mercosur que son muy distintos, los de Argentina, los de Brasil, los de Paraguay, los de Uruguay mismo. Que el camino no va por ahí. ¿Ustedes están llegando a una conclusión parecida?

IA —Sí, hace muchísimo tiempo. De hecho, a fin de 2003, principio de 2004, cuando hablamos con la Unión Europea para ver si podíamos hacer un acuerdo solos con la Unión Europea, esta nos decía “no, si Brasil no da el visto bueno no”, y fue no. Creo que las cosas han cambiado y por algún lugar se puede hacer. Aparte hoy tenemos a Inglaterra, por ejemplo, que claramente está precisando hacer determinados acuerdos, es un mercado muy potente.

EC —El Reino Unido está saliendo de la Unión Europea.

IA —Por eso, y ojo que tiene una cantidad de afiliados, sobre todo Australia y Nueva Zelanda. Hay que mirar las cifras de esos países, lo que ha pasado en los últimos 30, 40 años; y son países enormes a esta altura del partido, claramente hay oportunidades. Y nosotros precisamos esas oportunidades.

EC —El planteo es que el Mercosur flexibilice su política de negociaciones con el exterior y que se le dé a Uruguay en particular la posibilidad de tener sus propios acuerdos.

IA —Sí.

EC —¡De esto también se ha hablado cuántas veces! Este mismo gobierno: en el gobierno, en la cancillería, en el equipo económico se entiende que ese es el camino, pero después lo lleva al Mercosur y nunca se habilita.

IA —Se lo hago al revés. Le puedo asegurar que si en aquel momento la contraparte hubiera dicho “sí, podemos hacerlo”, nosotros habríamos avanzado igual y el Mercosur al final lo habría terminado aceptando. Casi casi como un hecho consumado. Como terminó aceptando una cantidad de medidas que tomó Uruguay unilateralmente sobre todo a fin de 2003 y principio de 2004. No olvide que allí hicimos una muy fuerte reducción de aranceles en general, bajamos la sobrealícuota de terceros mercados, bajamos prácticamente a cero determinadas los aranceles de importaciones de bienes de capital, de materias primas, de insumos agropecuarios, etcétera, que por el Mercosur tenían aranceles de hasta 14 %, 15 % y 16 %. Hubo protestas y demás pero no pasó nada. Y lo hicimos porque era la vida o la muerte, no podíamos seguir.

EC —¿Ese es el camino? ¿Que Uruguay se largue y punto, no esperar que el resto de los socios del Mercosur lo autoricen a tener esas negociaciones propias?

IA —Lo mejor es que nos autoricen, pero si la autorización es eterna, usted no puede esperar eternamente y comprometer su futuro como lo está comprometiendo esperando eternamente.

EC —¿Y una de esas negociaciones sería con China?

IA —China es una cosa muy importante. Le confieso que es el mercado y el país donde miraría con más cuidado las cosas, pero de todas maneras creo que al final de alguna manera habrá que poner salvaguardas, pero hay que hacerlo. Porque hoy mercados competidores de Uruguay muy fuertes, sobre todo los que dijimos de Oceanía, tienen un acuerdo con China, ya están entrando, ya están casi en arancel cero, van progresivamente hacia arancel cero. Si él tiene arancel cero y usted tiene arancel de 20 %, 7 %, lo que sea, esa diferencia de precio la paga el exportador, no la paga el importador local. Por lo tanto si su competidor tiene esa ventaja competitiva y usted no hace ese acuerdo tiene que estar dispuesto a recibir esa diferencia menos en precio. Eso implica que el productor tiene menos precio, y si el productor tiene menos precio implica que tiene menos dinero para pagar salarios, por lo tanto el salario nuestro cae, y menos empleo, menos producción, etcétera.

EC —Así que usted dice: con China también hay que negociar un acuerdo, aunque reconoce que es una negociación compleja, quizás de las más difíciles que va a tener que encarar Uruguay.

IA —Sí, pero hay que hacerlo.

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