EC —Por lo menos hay un problema de comunicación que le facilita a la oposición decir lo que dijo y criticar lo que criticó.
JM —Sí…
EC —Si se hubiera aclarado en la previa que lo que se estaba procurando era una rebaja en términos reales de la tarifa, en vez de decir simplemente “rebaja”, habría sido otra cosa.
JM —Permítame un argumento contrafáctico. Tengo la intuición de que si el gobierno hubiera rebajado las tarifas, por ejemplo hubiera dicho “vamos a bajar la tarifa de UTE en 3 puntos, 4 puntos”, tendríamos a la oposición gritando “¡irresponsables, cómo van a hacer para defender ahora el déficit fiscal, que es casi del 4 %, es insostenible!”. Eso es lo que habríamos tenido. Cualquiera hubiera sido el mecanismo, por aquello de “piove, governo ladro”, y además porque en 2019 tenemos una elección y desde el 1.º de marzo de 2005 estamos disputando en campaña electoral. Este es el juego, salir a vociferar “tarifazo” es un problema de campaña, no es un problema de argumentos. Yo preferiría que no me cobraran más la tarifa de UTE como la pago todos los meses, en términos de argumentos lo entiendo perfectamente.
EC —UTE entiende, y lo ha dicho más de una vez de una forma o de otra su directorio y en especial su presidente, que están dadas las condiciones para bajar en términos absolutos la tarifa, y eso no termina ocurriendo porque el gobierno le está reclamando a UTE que pase a Rentas Generales cada año tantos centenares de millones de dólares.
JM —Exactamente, porque UTE es una empresa pública, una empresa del Estado, que entre otras cosas permite la iluminación rural. Estuve el sábado en Cerro Largo y me contaban lo que significó en Centurión –no recuerdo cuál era la localidad– la llegada de la electricidad a este pueblo rural que no tenía luz. Eso lo puede hacer solo la UTE, solo una empresa pública. ¿Para qué son las empresas públicas? No es una empresa individual además, no juega solo la UTE, es la UTE con Ancap, con el Banco de Seguros, con Antel, es un paquete de empresas públicas. Las empresas públicas juegan en el contexto de la economía general, no solo en el contexto fiscal, para regular la economía y para llevar adelante un proyecto económico, del cual es una parte. Entonces UTE, como empresa individual, tal vez podría –no lo voy a dudar, no soy técnico, no conozco los números que maneja el presidente de UTE–estar en condiciones de bajar en términos absolutos la tarifa, pero en el contexto general de todas las empresas públicas y de la política económica de la cual las empresas públicas son una parte, se decide que la tarifa suba 3,2 %, 3 puntos por debajo de la inflación.
Estas son las discusiones de fondo, cuál es la función de la empresa pública. El Partido Nacional y el Partido Colorado propusieron en su momento no tener empresas públicas, eliminarlas, dejar la libre competencia, con lo cual un pueblo como aquel de Cerro Largo nunca habría tenido electrificación rural, o con lo cual difícilmente en este país habría Ceibal. Tan mal no está la mano. Creo que el crecimiento de las tarifas públicas, que en definitiva satisfacen derechos fundamentales de las personas, que de esto era que se trataba, ha sido menor que el crecimiento del salario real. Y esto es distribución equitativa, y esto es hacer política.
EC —El FA salió con un comunicado la semana pasada a exponer este tipo de argumentos y a dar números y gráficas. No es frecuente esto.
JM —Debería ser mucho más frecuente. Ahí, otra vez, el Frente tiene que ser crítico consigo mismo.
EC —Tuve la impresión de que el FA estaba saliendo a mejorar la comunicación que el propio gobierno había hecho de su anuncio.
JM —Puede ser leído así. Yo estoy preocupado porque en el Frente tenemos que comunicar mucho mejor de lo que lo hacemos. No tengo dudas, creo que uno de los déficits que tenemos, que venimos arrastrando desde hace tiempo, es que no salimos a explicar bien las cosas. Además no debería salir solo el presidente del FA, deberían salir todos los actores de primera línea de los sectores políticos del FA a defender la medida que se tomó, en la medida en que estamos convencidos de que es una medida adecuada, correcta, no irrazonable. Cuida las finanzas públicas en general y genera una situación en que el salario real sigue creciendo por encima de las tarifas públicas. En consecuencia la situación de la población mejora, tiene mayor capacidad adquisitiva. Redistribuye riqueza.
EC —De todos modos, tengo la impresión de que hay más factores en juego en esta corrección de las tarifas tal cual se dio. Usted decía que hay un debate de fondo sobre el papel de las empresas públicas; sí, pero hay por lo menos un par de puntos más: uno, lo mal que se gestionó Ancap y la pérdida que arrastra, que todavía hay que ir enfrentando, y dos, el déficit fiscal, que está alto, a niveles preocupantes.
JM —Sí, el déficit fiscal es una realidad, está alto, no se puede negar, es delicado.
