
EC —El Hospital Maciel se despliega en dos manzanas, casi en la punta de la Ciudad Vieja. Ocupa en total 36.000 metros cuadrados. En el edificio más nuevo se están llevando a cabo obras para agregar 2.000 metros, pero también el edificio central se está procesando una remodelación importante e innovadora en varios aspectos. Aquí estamos en obra, nos hemos movido a este que es el primer piso sobre la calle 25 de Mayo. A mi izquierda uno de los patios, con palmeras, etcétera, y alrededor de nosotros materiales de construcción: bolsas, pórtland, andamios. Esto que está en preparación es algo bastante particular, son salas para recibir a reclusos.
AV —Acá va a haber cuatro camas para presos. Estas camas fueron diseñadas en conjunto con la Administración Nacional de Cárceles, el Instituto Nacional de Rehabilitación, con el objetivo de que haya las máximas seguridades para el personal de salud.
EC —Aclaremos acá suelen ser atendidos reclusos, no hay aún un hospital penitenciario, esa no es la solución definitiva.
AV —No es definitiva, es una solución, es parte de la solución, aunque exista en el día de mañana y va a existir un hospital penitenciario, los pacientes más complejos o los que requieren ser tratados por los especialistas más escasos, van a seguir viniendo acá. Por ejemplo los que tengan lesiones de cráneo, lesiones cerebrales o los que tengan lesiones torácicas o vasculares severas van a seguir viniendo acá. Eso significa cuatro presos más o menos continuamente, cuatro camas destinadas a eso. Con esta obra que estamos terminando ahora en junio, estos cuatro presos van a estar en condiciones de seguridad para el personal de enfermería y el personal médico que los está atendiendo.
EC —Si uno camina por el pasillo paralelo a la calle 25 de Mayo, este pasillo que hemos recorrido recién, encuentra a la izquierda el patio interior y a la derecha la calle. Ese pasillo de piso de damero, con baldosas negras y blancas, a la derecha da paso a este módulo, que tiene a su vez un corredor, es como un pabellón dentro de esta zona del hospital.
AV —Este corredor permite que los custodios vean a los presos que están en las salas internados con seguridad, que puedan activar las puertas de salida.
EC —Es un corredor aparte, esos guardias van a estar en este corredor y no en el corredor general.
AV —No en el corredor general. Los guardias tienen su propio baño, su cocina, y los presos tienen baños que están diseñados de manera que no haya objetos que se puedan utilizar como armas. Por ejemplo, no tienen espejos de vidrio, los equipos sanitarios tienen cubierta de acero inoxidable, y tienen vidrios blindados que no permiten ser utilizados como armas para agredir al personal.
EC —Hemos enviado fotos a propósito de cómo luce este módulo en la etapa en la que encuentra todavía, en construcción. Pero en esas fotos se ve claramente lo que estamos observando en este momento, unas terminaciones que probablemente impresionen, sorprendan, porque cuando se piensa en sala para presos probablemente uno imagina algo mucho más precario, mucho más rudimentario. Acá vemos por ejemplo estas paredes centrales revestidas de un porcelanato de un color turquesa muy bonito, muy práctico, grandes piezas de porcelanato. A mi espalda hay otros porcelanatos blancos, el piso es de unas baldosas de gran tamaño. ¿Por qué la decisión de estas terminaciones?
AV —Todo el hospital está siendo terminado así. Es lo que te decía, además de todo, tiene que ser lindo el hospital. Y si se trabaja bien y se es eficiente en los procesos de compra y en los procesos licitatorios, esto no tiene por qué ser más caro. Podemos hacer las cosas bien al mismo costo. Tenemos dos arquitectos dedicados al Hospital Maciel, son dos arquitectos que tienen capacitación en preservación del patrimonio histórico, que están haciendo su posgrado, uno de ellos en España, en eso, en conservación de monumentos históricos, y que son extremadamente celosos. Vemos cómo se destruyen estos edificios colocando tubos para aire acondicionado, colocando máquinas de aire en la parte externa, cómo se destruyen a veces con arreglos apurados. El problema principal es no planificar un proceso de cuidado y de reestructura del edificio. Toda la internación se está viendo así, y aparte está la lucha contra las bacterias multirresistentes, tener los pacientes en salas separadas, con separación de los artículos de limpieza, que no se limpien con el mismo paño o el mismo balde distintas salas. Vamos a un sistema en el cual las bacterias multirresistentes van a ser endémicas, como ya ocurre en Argentina y Brasil, y los hospitales, las mutualistas, todos tienen que diseñarse pensando en esto.









