
EC —Leyendo las declaraciones de Fullen, me interesó mucho lo que él anota como algunas ventajas del Plan Ceibal para los docentes, para la posición de los docentes. Él va por el otro lado totalmente contrario al de lo que al principio se vio, problemas, riesgos. Dice: uno, que por la vía de la participación en el Plan Ceibal están formándose y reconvirtiéndose, están actualizándose; dos, aprenden entre ellos, tienen un intercambio entre docentes que les permite un crecimiento. Y agregaba que pasan a jugar un papel más importante en la educación, como que suben un escalón, pasan a jugar de otra manera en la relación con los niños, con sus alumnos. ¿Cómo es esto?
YD —Es que hoy es impensable que el docente se haya formado en determinado momento y ya haya puesto punto final. La formación es parte de un proceso de desarrollo profesional docente y es permanente. El docente no puede quedar atrás en esto, el docente tiene que seguir en ese proceso de formación permanente, porque si no en definitiva está jugando un rol que no se corresponde con las inquietudes y con las necesidades y los intereses de los niños. Podríamos hablar de que no se corresponde con muchas otras cosas más, pero sobre todo pensando en esa parea pedagógica que se da en el aula específicamente, el docente tiene que poder dar respuesta a las necesidades, a los intereses de los chiquilines. Porque además los niños hoy en día están aprendiendo en múltiples ambientes. No es solamente el ambiente que se genera entre cuatro paredes en un salón, hoy en día el alumno está aprendiendo permanentemente y además está haciendo uso de los espacios virtuales, y al hacer uso de los espacios virtuales también para aprender, el docente tiene que conocerlos.
El otro día hablábamos con un especialista que recibimos aquí en Ceibal de que el maestro se ubica también en una posición de aprendiz, el maestro no es el que lo sabe todo, el maestro es aquel que está en condiciones de seguir aprendiendo y por lo tanto en algunos momentos pasa a ocupar el otro lugar, del lado del que está aprendiendo. De hecho en Ceibal y en coordinación con el CEIP planificamos y ejecutamos instancias diversas de formación, y muchas de ellas las realizamos en el mes de febrero, cuando las clases aún no han comenzado y se dice que los maestros están de vacaciones. Muchos de esos maestros, cientos de maestros pasan por distintos ámbitos de Ceibal para formarse e inclusive participan en instancias virtuales a través de cursos virtuales, porque han asumido la responsabilidad y el desafío que significa tener que integrar tecnologías. Porque los niños lo están haciendo y porque la sociedad toda lo está demandando. En tal sentido hay una actitud crítica, sí, ha habido, hay una actitud responsable y hay una actitud también de querer estar a tono con las demandas sociales de hoy.
EC —En ese sentido, en cuanto a la formación, a la transformación, a la reconversión, al crecimiento de los docentes, hay un ejemplo que también descubrí en estos días y que me parece que está bueno contar, para lo cual vamos a aprovechar que en esta mesa se encuentra Claudia Brovetto, que es coordinadora del programa Ceibal en inglés.
Cuando se dan las clases de inglés en las escuelas con profesores a distancia utilizando la videoconferencia, el maestro juega un papel, es el nexo. No solo en la clase que se da a distancia, sino en las otras horas que hay por semana para complementar lo que se trabajó en el diálogo con el docente ubicado por ejemplo fuera del país. Ese maestro que juega ese papel no necesariamente sabe inglés. Supongo que ahí hubo todo un temor en la etapa inicial, una inquietud, ¿cómo se hace?, cuántos de los maestros o maestras se habrán retraído. Resulta que pueden jugar igual ese papel, es muy interesante que haya una función docente a cumplir por un maestro que está aprendiendo inglés sobre la marcha.
CLAUDIA BROVETTO (CB) —Es exactamente así. El programa está apoyado en el trabajo complementario de un profesor de inglés que enseña por videoconferencia y un maestro de clase que puede no saber inglés o saber un poco de inglés…
EC —O sabe inglés pero no como para ser un docente de inglés.
CB —No es un profesor de inglés. Sin embargo, ambos son complementarios y muy importantes en este proyecto, porque la clase de inglés por videoconferencia presenta el vocabulario nuevo, las estructuras lingüísticas que se quieren enseñar, lo que llamamos el modelo de lengua, el profesor de inglés presenta el modelo de lengua. Pero después el maestro de clase, tanto en la clase por videoconferencia como en las otras dos instancias semanales que dedica al trabajo de inglés, ofrece un espacio para estar en contacto con la lengua. Entonces volvemos a revisar los materiales digitales, los ejercicios, los deberes, a través de la plataforma mandamos cosas al profesor remoto para que corrija. El maestro de clase genera un espacio donde volvemos a estar en contacto con la lengua y lo que sabe ese maestro es cuál es la actitud que necesitamos para aprender inglés o cualquier cosa. Ante la duda, dónde encontrar las fuentes. Tenemos una duda de vocabulario, vamos al diccionario; tenemos una duda gramatical, vamos a la explicación que nos dio el profesor remoto. Ese es un rol esencialmente docente, que solo un maestro con formación puede llevar adelante.
Es un programa difícil para los maestros porque hay que colocarse en un lugar distinto, en un lugar docente diferente, no soy el que tiene todo el conocimiento y generosamente lo ofrezco y lo trasmito, sino que aprendo con mis alumnos, porque los maestros que quieren también aprenden inglés, y sobre todo guían un aprendizaje, habilitan un aprendizaje.
EC —Una experiencia interesantísima, ¿no, Yolanda?
YD —Sumamente interesante. Al principio con Claudia recorrimos muchos lugares y hablamos con los maestros, con los directores, con los inspectores, buscando que se adhirieran de forma voluntaria. Porque también esto es una característica que hay que destacar del Plan Ceibal, que muchos de los programas se han llevado adelante por convicción, porque hemos mostrado las posibilidades y la gente, en la medida en que ha ido comprendiendo, se ha ido sumando. Sin lugar a dudas al principio despertó un poquito de temor, pero hoy hay un entusiasmo tremendo. Visitamos la escuela 112 el otro día con un grupo de expertos y fue maravilloso ver cómo los niños se comunican con el profesor remoto en una situación real, en tiempo real, y el profesor ya conoce a los niños, hasta los nombra por su nombre, les responde lo que quieren saber, se establece un vínculo maravilloso que hace que –lo importante– los niños vayan aprendiendo una segunda lengua.
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Transcripción: María Lila Ltaif









