
EC —Pero esta vez iba a estar nada menos que el presidente de la República.
JM —Por supuesto, era un gesto. El presidente de la República luego me manda una carta, esa misma mañana que publica Búsqueda, el 12 de julio, diciéndome que no va a asistir porque se lo impide el artículo 77, numeral 5 de la Constitución, lo cual es cierto. El presidente de la República no puede ir a discutir candidaturas, no corresponde. No sé si está impedido constitucionalmente, pero no corresponde que lo haga. El objetivo no era ese. Pero en esta era de posverdad, en esta era en que la realidad está marcada por el titular de prensa y no por el contenido real de la situación, era razonable que el presidente se comunicara conmigo y me dijera “en estas circunstancias no voy a asistir esta noche”.
EC —¿Con qué criterio se habían definido los sectores o los invitados? Porque circuló que iban Vázquez; Astori; Mujica y Lucía Topolansky; Mónica Xavier, del Partido Socialista; Constanza Moreira, de Casa Grande, y Juan Castillo, del Partido Comunista (PCU).
JM —Exactamente, esas eran las personas invitadas, más el secretario político. No hay un criterio sectorial.
EC —Ahí está, no aparecían todos los grupos representados.
JM —No, en absoluto. Por eso lo de hacerlo en una casa particular, por eso la invitación es mía, por eso soy yo mismo el que cocina. Es una especie de gesto propiamente de camaradería. Y nada, dirigentes de trayectoria. Seguramente tenga otras actividades de este tipo en el futuro inmediato, porque creo que es una buena cosa. Es razonable que los dirigentes partidarios se reúnan, conversen, dialoguen, discutan, y además se acerquen, generen cercanías.
EC —Por la razón que usted ya explicó, el presidente Tabaré Vázquez decidió no asistir. Astori tampoco fue.
JM —El ministro Astori tampoco fue.
EC —¿Se sabe por qué?
JM —No, me comunicó que no iba a asistir en la noche. Eso hay que consultárselo al propio ministro.
EC —¿Allí sí, en esa decisión incidió todo lo que ha venido pasando en los días anteriores con las candidaturas, las declaraciones de Mujica, etcétera?
JM —Puede ser, pero esa respuesta la debe dar el ministro Astori, no yo. Y en el caso de Juan Castillo, ya me había anunciado que no iba a poder ir porque tenía que viajar ese mismo día, esa noche.
EC —¿En su lugar no fue nadie del PCU?
JM —No, porque la invitación era a título personal, era a cada persona.
EC —Terminó siendo una reunión chica…
JM —Sí, más de lo que yo hubiera querido.
EC —Estuvieron usted y Reboledo como “dueños de casa” y después estuvieron José Mujica y Lucía Topolansky, Mónica Xavier y Constanza Moreira.
JM —Exactamente, esa fue la reunión.
EC —¿Entonces para qué sirvió?
JM —Sirvió para conversar, sirvió porque yo no estaba dispuesto a levantar una reunión… Esa mañana del jueves mandé una nota a todos los que había invitado diciendo que no cancelaba la reunión por trascendidos de prensa, que no me parecía adecuado. Porque no quiero que me marquen la agenda los titulares de prensa. Yo entiendo la lógica de los titulares, digo cómo inciden los titulares. Lo escuché la semana pasada a usted repasar una entrevista a Esteban Pinker en El Mundo de España, muy interesante, porque creo que daba el tono.
EC —El filósofo del optimismo.
JM —Exactamente, y coincido totalmente con él. Pero en esa misma entrevista –y creo que es un poco esta anécdota del jueves, porque no pasa de ser una anécdota, lo que pasa es que se convirtió en un […]…
EC —¿Qué tiene que ver con Pinker acá?
JM —Pinker decía “vivimos en un mundo de posverdad, de propaganda disfrazada de información, de profesionales del apocalipsis, y no sale gratis, que esa corriente de fondo ha arrastrado a un narcisista con tupé al despacho oval”…
EC —Pero ¿qué?, ¿la nota de Búsqueda era propaganda disfrazada de información?
JM —No, no creo que fuera propaganda disfrazada de información, pero no es cierto lo que dice la nota y genera el hecho el político, es la propia nota la que genera el hecho político. Porque es evidente que si se reúne el presidente de la República con dirigentes del FA, en una cumbre para resolver candidaturas o […] candidaturas, se genera un hecho político mayor. Esto era un encuentro de dirigentes de trayectoria del FA para conversar, intercambiar puntos de vista, simplemente generar un símbolo de fraternidad. Genera un hecho político distinto. Y a tal punto llegamos en el absurdo –usted mismo lo dice esa mañana– de que se dice “van a comer porotos”. ¿Qué tiene que ver? Llegamos a niveles de cholulismo, de banalidad de la información. Luego sale la foto de la casa de Reboledo en la calle bulevar España, “aquí fue la reunión”. Me parece que ha sido de un exceso, que tiene que ver con una lógica que vivimos en esta sociedad del espectáculo; no quiero valorar si eso es bueno o malo, digo que da un tono a la política y eso genera la danza de nombres, se va retroalimentando.
EC —¿Usted le atribuye buena parte de la responsabilidad de lo que está ocurriendo en el FA a la prensa?
JM —No, no dije eso. Digo que la prensa efectivamente es un actor social fundamental que genera hechos políticos que luego se van retroalimentando.
EC —Hay actores jugando, hay actores reuniéndose, hay actores haciendo propuestas y lanzando nombres.
JM —Por supuesto, como es natural, como debe ser. El FA no tiene un precandidato a la Presidencia definido, esa es una cuestión que debe resolver la fuerza política, y es natural que se multipliquen los contactos para buscar quién es la persona que va a encarnar un proyecto de programa.
EC —Usted dice que una parte de la dimensión del tema está exagerada.
JM —Sí, una parte, ¡por supuesto!
EC —Vamos a tratar de ver qué es sustancia y qué no.









