El presidente de la Junta Nacional de Migración habla sobre la política que está aplicando Uruguay en reacción a la ola de inmigrantes centroamericanos y de la región que han llegado en los últimos años.
EN PERSPECTIVA
Lunes 23.07.2018, hora 8.29
EMILIANO COTELO (EC) —Uruguay tiene un nuevo rostro: el rostro de la inmigración.
Es notoria la presencia cada vez mayor de extranjeros, especialmente centroamericanos: cubanos, venezolanos, dominicanos, entre otros. Pero no solo vienen de esos países. También ha habido una corriente de argentinos y brasileños que han optado por Uruguay.
Todo fenómeno migratorio supone desafíos para el Estado. Y plantea una cantidad de preguntas: ¿cuál es el perfil del inmigrante? ¿Qué cantidad llegan en situación regular, cuántos de forma irregular? ¿Qué facilidades se les dan? ¿Cuáles son las trabas que todavía falta resolver? ¿Cómo se asiste a los inmigrantes ante problemas de demora en conseguir empleo o acceso a la vivienda?
Estos puntos han aparecido en notas anteriores que hemos hecho en En Perspectiva a propósito de la inmigración. Para incorporar otro punto de vista, vamos a charlarlo con el embajador Jorge Muiño, director general para Asuntos Consulares y Vinculación de la Cancillería y presidente de la Junta Nacional de Migración (JNM).
JORGE MUIÑO (JM) —El tema migratorio es muy importante para el Uruguay.
EC —No debemos descuidarlo, hay que estar atentos, hay que seguirlo de cerca. Empecemos por ver cuál es la institucionalidad que Uruguay tiene en esta materia. ¿Qué diferencia existe entre la Dirección de Asuntos Consulares, que usted dirige, y la Dirección Nacional de Migración (DNM) del Ministerio del Interior?
JM —Los artículos 24, 25 y 26 de la Ley 18.050, que se promulgó hace ya 10 años, hacen la institucionalidad con la JNM. La JNM está compuesta por la DNM por el Ministerio del Interior; la Dirección General para Asuntos Consulares y Vinculación del Ministerio de Relaciones Exteriores, que oficia como presidente permanente; el Ministerio de Trabajo; por el Ministerio de Desarrollo Social el director de Promoción Cultural, Federico Graña; un delegado de Presidencia y, muy importante, el Consejo Consultivo Asesor de la Migración.
EC —A partir de esta Junta existe una coordinación.
JM —Exactamente, una coordinación y una articulación institucional. Muchos países han querido hacer una articulación como esta, Uruguay está muy bien visto a nivel mundial y a nivel regional por esta articulación y coordinación, porque varios actores que están en contacto directo con el inmigrante o con la población migrante articulan y coordinan acciones para mejorar la política migratoria.
EC —A partir de esa Junta y de los integrantes que tiene, vuelvo a la pregunta que le hacía al principio: ¿cuáles son las diferencias entre la Cancillería y el Ministerio del Interior en el manejo de estos asuntos?
JM —La Dirección General para Asuntos Consulares y Vinculación, como marca la Ley 18.050, se encarga del tratamiento de los uruguayos en el exterior, de los uruguayos que retornan, y a partir del 2014, con la Ley 19.254, de tramitar la residencia para los ciudadanos del Mercosur, Estados partes y países asociados, y familiares extranjeros de uruguayos.