
EC —Les adelanto algunas de las reacciones de la audiencia.
Mensaje de WhatsApp de alguien que no tengo el nombre. Capaz que hasta por eso se parece a algunos de los tuits que ustedes incluyen en el libro: “Dan asco estos burguesitos destruyendo imágenes nacionales. Náuseas siento de estos idiotas”.
AS y LS —Muchas gracias.
EC —Me imagino que no es la primera vez que les pasa.
¿? —Para nada.
***
EC —Andrés y Leonardo Bros son hermanos, Andrés tiene 32 y Leonardo 38. Encabezan el estudio Silva Bros, dedicado a la animación y la ilustración, que funciona desde el año 2009.
¿? —En 2009 nos juntamos para complementarnos en lo que hacíamos, diseño gráfico e ilustración.
EC —Y esto que estamos comentando hoy no es para nada lo único que han hecho.
¿? —No, hemos laburado en un montón de cosas. En esto nos juntamos para hacer algo propio, las demás son cosas para clientes. Hemos hecho cosas para Ceibal, ilustración de libros infantiles, de todo un poco.
¿? —Hemos trabajado para Naciones Unidas también, para la oficina del Alto Comisionado radicado en Ginebra.
EC —Yo leía recién uno de los mensajes: “Dan asco estos burguesitos destruyendo imágenes nacionales”. Y no es el único. Dice Sergio: “¿Con qué objetivo se mancha la imagen de Artigas? ¿Hay pruebas históricas para realizar esta pavada? ¿Qué aportan a nuestra cultura y sobre todo a las nuevas generaciones?”.
FA —Me parece sensacional que lo hayas leído, con la franqueza periodística que te caracteriza. Porque, primero, si no hubiera estas reacciones yo quedaría atónito, diría que fracasaron. Porque la sociedad se defiende, tiene que defenderse. Pero quería ir más lejos. Vengo recién de un congreso internacional muy lindo sobre la identidad dialógica en Portugal, en Braga, y una de las mejores ponencias que escuché era un profesor canadiense de Alberta que decía: “¿Qué es eso que venden hoy las universidades de Estados Unidos y Canadá, el norte de América, como el pensamiento crítico? Es un eslogan, gugléenlo, pongan una universidad cualquiera, pensamiento crítico, van a tener miles de entradas, todos los programas lo dicen. Y es una gran mentira”. Porque es nada más que un eslogan de marketing, el pensamiento crítico no se puede enseñar ni regimentar, es una contradicción.
Y yo me animo a decir ahora, gracias a esos tuits tan fuertes, tan reactivos, tan fuertes como la propuesta de ustedes, que pensamiento crítico es justamente lo que logra recuperar cierta espontaneidad, cierta libertad en base a toda la carga, el capital simbólico que uno recibe, porque no hay escapatoria, todo país, todo tiempo lo tiene, pero a veces se da ese milagro, esa revelación de que uno puede mover alguna cosa. Y esos tuits, su furia, muy parecida a pena de muerte, rifle sanitario para esta (sic) lacra –uno de los que ustedes ponen contra Artigas Prócer Zombie–, está mostrándose y reiterándose en la realidad, y es un libro –vean qué ironía– muy realista el que hacen ustedes. Nada parecería más fantástico, más zarpado, más surrealista, pero no es así, porque esa idea de decir ¿qué significa hoy nada menos que ese nombre que está hasta en la bolsa de pórtland, que está en todas partes, como anestesiándonos a su significado? Y ustedes con un esfuerzo titánico logran nada menos que remover esas cenizas y darle vida al pensamiento. Eso para mí es pensamiento crítico, no es lo que quieren vender hoy tantas universidades diciendo “es lo que les damos”. Eso no se da, se lo gana cada uno.
EC —Las reacciones no son solo de ese estilo que leí. Hay de todo, viene repartido el espectro de mensajes. Por ejemplo, Leticia dice: “¡Qué exageración! Yo los felicito por la idea y por el trabajo. Hay gente que realmente cree que Artigas era un superhéroe”.
¿? —Por supuesto. Eso de las reacciones lo ponemos en esta segunda parte en forma de tuits por las experiencias que tuvimos con el Prócer Zombie I. Entre otras cosas, una señora mandó una carta a Búsqueda a partir de una nota que nos hicieron, una carta larga en la que nos trataba de yihadistas, de terroristas…
¿? —… de adolescentes barbudos…
¿? —… que no éramos capaces ni de limpiarle las botas al general. Todo eso solamente con leer el título, porque no creo que la señora haya leído el libro y visto que el Prócer Zombie viene para ser un héroe.
EC —La trama incluye una campaña electoral en la que emerge el otro villano de esta historia, que es Mikael Landowski, un político joven, moderno, atractivo, que escode un secreto: es la reencarnación de Napoleón Bonaparte, pero nacido en esta nueva vida acá en Montevideo en 1976. ¿Por qué se dan este personaje y esta circunstancia?
¿? —Un poco para jugar con el tema de que Napoleón Bonaparte y Artigas vivieron en la misma época, pero nunca se llegaron a juntar. Entonces nos gustaba la idea de que se juntasen en esta vida, en 2019-2020, cuando transcurre el cómic. Por eso lo trajimos, y también para después en una tercera parte mostrar todo el proceso de Napoleón, el imperio napoleónico y lo que estaba pasando acá en América en ese momento, con la revolución.









