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Entrevista, miércoles 20 de junio: Verónica Alonso

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EC —Yo decía que con este paso que dio usted se presenta a sí misma como una figura dialoguista, con una buena relación con el presidente de la República, algo que no logran los senadores Larrañaga y Lacalle Pou. De algún modo puede decirse que es una forma bastante clara de ubicarse en un tercer espacio y ganar legitimidad para el lanzamiento de su precandidatura a la Presidencia de la República. Cuando hablamos a fines de mayo le pregunté si había resuelto y usted me dijo “casi sí”. ¿Sigue en el casi sí todavía?

VA —Estamos en el casi sí…

EC —¿No hay novedades en esa materia?

VA —Como dijimos y como te dije a ti, esta es una decisión que no puede depender solamente de Verónica Alonso, es una decisión que viene del apoyo de dirigentes, referentes, y sobre todo de la gente, y la vamos a tomar pasada la instancia mundialista y vamos a resolver en equipo. Más allá de que las encuestas muestran que hay apoyo de la gente, esa va a estar confirmada después de este segundo semestre.

EC —Podría largarse en ese camino aun sin los intendentes wilsonistas que, como usted, se han apartado de AN. Esa alianza, esa coordinación con ellos se ha negociado, por ahora no fructifica; si no termina dando resultados, ¿igual usted iría por su cuenta?

VA —Sí, como he dicho varias veces, tenemos un muy buen diálogo, el diálogo tiene que estar sobre temas que nos hacen comunes y no sobre dónde se reparte o cómo se reparte la torta, que creo que es parte del enojo de mucha gente hacia los políticos. Sobre todo pensando ese país que queremos, que tiene que ser lo que nos une, mucho más allá de los lugarcitos, de los espacios individuales. Veremos, si hay distintas opciones; me parece bárbaro que el partido tenga todas las opciones necesarias y posibles de todos aquellos que se animen. Me parece bárbaro la gente que diga: “¿Sabés qué? Vamo arriba, nos animamos y le vamos a dar al partido otra opciones”. Distintas miradas, todas posibles, todas probables, y que creo que le van a hacer bien al crecimiento del partido. No olvidemos que el PN está en ese guarismo del 30 %-31 %, las dos últimas elecciones mostraron eso. ¿No será hora de ayudar a que el partido crezca? Y si eso es con cuatro opciones, seis opciones, cinco opciones, ¡buenísimo! Creo que será la gente, como siempre y por suerte en un sistema democrático, la que resuelva, y en este caso muchos blancos los que resuelvan dónde nos quieren a cada uno. Eso ayudará a que ese guarismo de 30 %-31 % alcance el 36 % para que el PN pueda ganar definitivamente con los aliados circunstanciales en una instancia de balotaje.

EC —A la espera de que venga esa decisión, esta semana le tocó ir a la comisión investigadora de la Cámara de Diputados que viene trabajando sobre el financiamiento de las campañas electorales de los partidos entre 1999 y 2015. El Frente Amplio (FA) reclamaba desde hacía varias semanas que usted respondiera a propósito de su vinculación con la iglesia Misión Vida para las Naciones y los hogares Beraca, concretamente cuánto hubo de financiamiento de esa organización a su campaña. Su respuesta en síntesis fue negativa.

VA —Mi respuesta fue clara y categórica: a mí no me financió ninguna empresa, ninguna institución social ni ninguna institución religiosa. No me financió ninguna iglesia, ni la iglesia Misión Vida. Se lo expliqué a los integrantes de esta comisión, que están buscando cosas donde no hay. Esa es la realidad.

EC —Entonces, primera puntualización: ¿cómo se financió su campaña al Senado?

VA —Yo tengo ingresos declarados y sueldos declarados. Se lo dije a los integrantes de esta comisión, todos saben lo que recibe un legislador durante cinco años, por lo tanto era más que suficiente.

EC —¿Dinero de su familia también ha habido en esa campaña?

VA —Dinero propio y de mi familia, exactamente. Acá hay dos cosas, una fue la elección interna y otra fue la elección nacional. Para la elección nacional, la de octubre de 2014, nosotros recibimos del Estado, del BROU, el adelanto de votos, que fue más que suficiente para llevar adelante la campaña. Está la documentación adjunta a la nota que presenté en la comisión, donde queda claro cuál fue el dinero. Y voy a decir algo más –que también propuse a la comisión–: nosotros no necesitamos más que el dinero que nos adelanta el Estado, tiene que ser con financiamiento público. Y de hecho planteé que las empresas no financien las campañas políticas –y en esto coincidí con el senador Mujica y voté en el Senado, todavía no está aprobado en Diputados–, no creo que las empresas tengan que financiar campañas políticas; miremos lo que pasa en la región y no solamente, miremos también lo que pasa acá en el país: cuando las empresas financian campañas políticas esa línea es muy fina y muchos se pueden sentir con el poder de decir “en función de mi financiamiento puedo presionar o hacer que se apruebe tal o cual ley o tal o cual iniciativa”.

EC —Acá hay un caso distinto, el caso de una iglesia. Y una de las preocupaciones que planteaba el diputado Óscar Groba, del FA, en esta iniciativa para que usted respondiera, viene por el lado de que las iglesias tienen exoneraciones del Estado.

VA —Está mal que una iglesia financie una campaña política. Y repito, no fue mi caso. Yo tengo una muy buena relación con el diputado Álvaro Dastugue, que es con quien tengo la cercanía desde el punto de vista político y también social. Él es parte de los hogares Beraca y de la iglesia, pero eso no inhibe ni es ilegítimo ni ilícito que quieran participar y participen en la vida política.

EC —Álvaro Dastugue es yerno del pastor Márquez, que encabeza la iglesia.

VA —Claro, pero él fue elegido por la ciudadanía, obtuvo esa banca con el apoyo popular, y eso no es ilícito. Yo he trabajado y me ha apoyado gente vinculada a la Iglesia evangélica, gente vinculada a la Iglesia católica, gente vinculada a la colectividad judía, gente sin ninguna vinculación religiosa, y no es ilícito o ilegítimo que me apoyen. Creo que hay un prejuicio…

EC —¿Y cómo es esto de los cheques? El diputado Groba menciona que hay dos cheques firmados por el pastor Márquez, uno por US$ 14.655 y otro por US$ 13.376 destinados a pagar gastos de imprenta de las listas.

VA —Lo aclaré también en la comisión, aunque creo que no era objeto de esa comisión este tema. Pero este fue un tema laudado por la justicia, el famoso tema de la imprenta fue laudado por la justicia, un contradictorio entre una empresa privada y quien habla. Esa empresa dice que yo le daba el dinero a todas esas listas que me apoyaban; eran cerca de 130 listas, cada lista era autónoma e independiente y pagaban esos gastos a quienes ellos entendían que podían hacer sus listas, sus afiches, sus banners, y pagaron con esos cheques que yo repuse inmediatamente. Así lo expliqué y lo dejé demostrado en la comisión.

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