
EC —Primera puntualización: ¿usted dice que esos dos cheques firmados por Jorge Márquez en realidad correspondían a dinero que usted a su vez le daba a la iglesia, a esa agrupación política?
VA —Yo tenía el apoyo de 130 listas, cada lista de esas era autónoma e independiente de contratar a una imprenta o a quien fuera. Yo había acordado con cada lista el pago de los gastos operativos. Di el dinero a cada una de esas listas para que hicieran las listas, posteriormente esos grupos que acompañaban a Álvaro Dastugue contratan listas en esa imprenta y pagan con dos cheques, eso es independiente de mí. Yo inmediatamente repongo esos cheques, creyendo que eran listas que me estaban reclamando a mí. Pero el juez entendió que esos cheques no eran para pagar listas, eran para pagar otras cosas de la propia iglesia que no me competen a mí. Por lo tanto tuve que volver a pagar, por eso dije que el que paga mal paga dos veces.
EC —Hubo un litigio en la justicia, usted y su esposo fueron condenados en primera y segunda instancia a pagar esa deuda que estaba pendiente con la imprenta Vistozul SA por impresión de listas de las elecciones internas de 2014. Ese fue el fallo.
VA —Ese fue el fallo, pero no tiene nada que ver ni con financiamiento ni con lo que están queriendo buscar, por lo menos en la comisión en la que comparecí.
EC —Pasando en limpio, usted dice que las listas de las agrupaciones se imprimían con dinero que usted les trasladaba.
VA —Exactamente, con cada lista yo tenía el acuerdo de que pagaba los gastos operativos, yo ayudaba a las listas, pero yo no contrataba ni me encargaba de todo eso. Imaginate que no me podía encargar de 130 listas, cada una era independiente.
EC —Entonces usted dice que esos cheques firmados por el pastor Márquez y entregados a esa imprenta correspondían a otros trabajos.
VA —Eso fue lo que dijo el juez, por eso tuve que volver a pagar. Si el juez no hubiera entendido que esos cheques eran para pagar listas, yo seguramente no tendría que haberlos pago, porque esas listas ya habían sido pagas. Pero el juez determinó y yo pagué. Este es un tema laudado por la justicia, ya pasó. Y tampoco tiene que ver con el financiamiento, no hubo financiamiento de ninguna iglesia en mi campaña política.
EC —Y dejando de lado el dinero estrictamente, ¿no puede entenderse que el hecho de que una iglesia y sus hogares Beraca, poniendo su estructura, poniendo a sus integrantes a favor de una agrupación de hecho están financiando una parte de esa campaña?
VA —Yo en ningún momento supe si los muchachos que trabajaban en la campaña tenían un cartel que decía “soy Beraca” o “no soy Beraca”. De hecho eran voluntarios que trabajaban en la campaña, que apoyaban al diputado Dastugue y en ningún momento –por lo menos durante la campaña yo nunca vi– hubo situaciones de presión. Cada uno es libre. Tan libre de elegir con quién trabajar y a quién apoyar, y por supuesto, mucho más a quién votar, que de hecho hubo muchos en distintos hogares, en distintos departamentos, que apoyaron –también lo dije en la comisión– a distintos partidos políticos. En Maldonado varios –también está comprobado– de los hogares Beraca apoyaron al FA. ¿Y eso es ilegítimo, es ilícito? Cada uno es libre de militar con quien quiera y eso fue lo que pasó. A mí me apoyaban, y como se trabajaba con los voluntarios, cada lista también, al ser independiente y autónoma trabajaba con referentes de distintos lugares. De los hogares Beraca no sé si tenían, en ningún momento venían, no estigmatizaba, no venían con cartelitos de ningún tipo, venían con ganas de participar, colaborar y ayudar en una campaña.
EC —¿Para usted el tema está liquidado?
VA —Para mí está más que laudado. Creo que se está buscando algo donde no hay.
EC —¿Para qué?
VA —Porque siempre es más fácil pegar… Yo entiendo las reglas de juego de esto, es como dicen: cuando alguien empieza a asomar la cabeza es más fácil pegarle a ver si lo podemos destruir con algo. Pero no hay absolutamente nada.
EC —Lo otro es de dónde vienen, ¿vienen del FA o vienen de dentro de su propio partido?
VA —El fuego viene de varios lados.
EC —De dentro del partido también.
VA —Me da mucho más dolor si eso es así, espero que no lo sea. De todas maneras, que haya controles de las elecciones internas de la misma manera que hay control con la elección nacional. Y ahí sí quizás deban ser los partidos políticos los que tengan que comprometerse –si no es a través de una ley como la 18.485, la Ley de Financiamiento de Partidos Políticos, que obliga a hacer rendición de cuentas en una elección nacional– a tener esa información, declaraciones juradas del candidato que encabeza esas listas o mecanismos que permitan control y transparencia para casos de dudas. Y segundo, lo que dije al principio: las empresas no puedan financiar, tampoco las instituciones religiosas, pero pongo énfasis sobre todo en que las empresas no puedan financiar campañas políticas.
***
***
Transcripción: María Lila Ltaif









