
EC —Ese es un punto importante, si lo que se está procurando es una coalición blanquicolorada o algo más amplio. Eso no quedó del todo claro en la reunión misma o en las declaraciones posteriores a la reunión. De todos modos, después se lo han preguntado a Sanguinetti, por ejemplo en una entrevista en Desayunos informales de Teledoce:
(Audio Sanguinetti.)
Julio María Sanguinetti (JMS) —El tema es si no podemos empezar a construir, desde nuestras identidades respectivas, acuerdos yo diría en puntos básicos: la educación, la seguridad, la inserción internacional.
Periodista (P) —¿Solo con el Partido Nacional?
JMS —No, no.
P —¿Qué pasa con el Partido de la Gente, el Partido Independiente?
JMS —Yo supongo que las autoridades de los partidos, que son quienes tendrán que conducir esto, mirarán hacia todos los ámbitos.
P —Pero ¿por qué reunirse solo con el Partido Nacional?
JMS —Porque me parecía que era el primer paso. Yo lo que estaba haciendo, vuelvo a decir, no era un paso formal, institucional, porque no invoco hoy ninguna representación para poder hacerlo.
P —Usted es una figura de relevancia dentro del partido.
JMS —Hago la convocatoria formal. No, la hago al partido de la oposición que hoy tiene la mayor bancada parlamentaria de oposición. Son realidades.
(Fin audio.)
EC —Lo escuchó, él dice que las gestiones continuarían.
PM —Está bien. Creo que en la oposición hay diferencias, tenemos diferencias. Por eso no hablo de la oposición, digo hay oposiciones. Y esta es una diferencia clave, es cómo se paran las alternativas al FA el año que viene en la campaña electoral.
EC —Concretamente, mi pregunta es qué diferencia hay entre esto que ahora mueve Sanguinetti, agita Sanguinetti, y lo que había empezado a gestionar Larrañaga. Larrañaga estaba trabajando en un acuerdo programático de la mayor parte de los sectores de la oposición, de modo que si hay un balotaje no haya que salir a último momento a tejer esos acuerdos, mostrarlos de antemano, tener credibilidad como alternativa de gobierno. Larrañaga estaba en eso, y se reunió con ustedes.
PM —Nos planteó esa idea hace ya bastante tiempo, nosotros manifestamos que no estábamos de acuerdo con eso.
EC —Ese es un punto importante: usted tampoco estaba de acuerdo con el camino que había largado Larrañaga.
PM —Claro, porque nos parece que no es bueno generar la idea de una homogeneidad opositora. Entre otras cosas, porque, sencillamente, hasta desde un punto de vista de análisis político, achica el espectro. Nosotros representamos una zona del tablero que no es la misma que representa Novick ni por supuesto Sanguinetti ni buena parte del PN. Nosotros tenemos cercanía con cierto pensamiento más wilsonista, de algún modo del batllismo y con sectores del FA. Eso es lo otro, esta lógica es la lógica binaria, es el bueno y el malo, es el Frente versus el resto. Y creo que eso es muy empobrecedor porque no es la realidad política.
EC —Usted acaba de definir algunas afinidades del PI, y eso me recuerda reuniones, conferencias, mesas redondas que armó el PI en torno a lo que mencionaba como espacio socialdemócrata.
PM —Cuando salimos de la dictadura estuvo muy fuerte la idea: restaurar el país del pasado o la renovación. Creo que esa dicotomía está planteada hoy en la oposición, es decir: ¿qué viene en lugar de un FA agotado, desgastado? ¿Viene un salto hacia atrás, la restauración? ¿Viene la otra mitad que estuvo antes y vuelve? ¿O viene otra cosa nueva, que tiene una perspectiva de centroizquierda, que reconoce que en estos años hubo aportes y hubo avances, y que hay que recoger esos avances y obviamente potenciarlos, y que no demoniza al que se va, sino que al revés, una parte de lo que ha sido el Frente en estos años está de acuerdo en que hay que cambiar, porque hay mucha gente que está recontracaliente con lo que está pasando, decepcionada, frustrada? Creo que eso tiene que ser parte del planteo que nosotros vamos a representar el año próximo, dar un salto hacia delante, un cambio para delante, un cambio hacia el futuro. Y un cambio que se pueda efectivizar.
EC —Pasando en limpio, usted quiere que quede claro que, por lo menos desde la óptica del PI, no hay una oposición, hay por lo menos dos. Por lo menos dos porque no sé dónde colocar a UP.
PM —Por supuesto. Novick es más fácil porque de alguna manera es un “hijo” de la coalición blanquicolorada, de lo que fue el acuerdo de la Concertación en Montevideo. Es más sencillo de identificar.
EC —¿Usted coloca a Novick y al PG en la posición restauradora?
PM —¿Qué dijo Novick frente a esa reunión? Se quejó porque no lo invitaron, se sentía parte de ese espacio político.
EC —Usted no se quejó porque no lo invitaron.
PM —¡No, no, al contrario!
EC —No llamó a Sanguinetti para preguntarle.
PM —No, para nada. Nosotros no nos sentimos excluidos. Al contrario, decimos que hay dos oposiciones, al menos. Porque el año que viene el gran debate es se quedan o se van, continuidad o cambio. Pero después hay un segundo debate entre los que están de acuerdo con el cambio, que es qué tipo de cambio queremos. Y ahí es muy importante mostrar que efectivamente hay un cambio. ¿Sabe cuál es la dimensión principal? No es tanto los temas programáticos, porque a mí me han preguntado “Usted está de acuerdo en la reforma educativa, en Eduy21 hay una confluencia”. Sí, totalmente. Y estamos de acuerdo en abrir el país al mundo, en una serie de cosas. Pero hay una cosa que es fundamental: hay que cambiar la manera de hacer política.
EC —Eso ya lo escuché en cantidad de campañas electorales: “una nueva forma de hacer política”.
PM —Pero es el tema de la transparencia, el tema de la ética de la política. Y yo digo que hay cosas en los viejos partidos que ahora emergieron otra vez en las intendencias, que es donde gobiernan, que muestran que hay aprendizajes que no se han hecho. Y eso es parte del cambio, porque si el cambio es solo de programas…
EC —En la columna usted sacó a relucir la gestión en su momento de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND) y el tipo de apoyos que brindaba a empresas.
PM —Porque me duelen prendas, probablemente.
EC —¿Por qué?
PM —Porque yo fui el impulsor de la investigadora sobre la CND en la época de Batlle. Porque era evidente que había un uso de fondos públicos para ayudar a empresarios amigos, es una cosa muy notoria. Pero ese tipo de cosas que han surgido ahora en el Frente de una manera grotesca y brutal –que creo que es buena parte de la decepción y de la frustración de mucha gente que votó al Frente– es el problema de que han defeccionado en lo que dijeron que eran distintos, que era: señores, cuando hay alguien que está actuando mal, cuando hay falta de transparencia, hay que ser muy firmes y muy claros. Y el Frente no lo es, ni siquiera para sancionar a un dirigente para el que a esta altura una jueza ha determinado su procesamiento, y no por abuso de funciones solamente, por meterse plata en el bolsillo que es del Estado, porque eso es el delito de peculado.
EC —Usted cuestiona eso de los gobiernos del FA y va al revisionismo también de los gobiernos blancos y colorados.
PM —Por supuesto, porque eso fue parte de su caída. Y yo no veo el énfasis que hay que poner en esta cuestión cuando uno ve episodios en algunos gobiernos departamentales donde habría que ser muy firmes y muy categóricos. Eso la gente está pidiéndolo. Entonces ese componente, la cultura política que tenemos que transformar, es parte de la discusión del cambio.









