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Entrevista, miércoles 6 de junio: Pablo Mieres

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EC —Entonces usted descarta la posibilidad de participar en negociaciones, conversaciones con los otros sectores y partidos de la oposición en busca de un acuerdo programático.

PM —Sin duda, en esta etapa. Después hay una elección, y en la elección nadie va a tener mayoría propia. Entonces el próximo gobierno, gane quien gane, va a ser de coalición, y ahí habrá que sentarse y conversar y dialogar y encontrar acuerdos entre distintos partidos. Pero en esta etapa lo que la gente tiene que elegir es qué tipo de cambio quiere.

EC —Usted quiere marcar que hay otra alternativa, que no hay una sola oposición que pueda enfrentarse al FA en las urnas, que hay por lo menos dos. Y usted quiere que el perfil de la que encabeza el PI quede bien definido. Pero por lo visto va a ser el PI solo en esa. Blancos y colorados es muy probable que negocien y lleguen a acuerdos programáticos, quizás también se sume el PG. ¿Entonces?

PM —Creo que hay una oportunidad de que haya alguna gente que nos acompañe en esta tarea de construir ese espacio político.

EC —Pero sería el PI solo, no un acuerdo con otros partidos.

PM —Con otros partidos no; con sectores, con gente, con grupos, con referentes.

EC —Está pensando en incorporar al PI, en alguna formulación de listas, por ejemplo, figuras que vengan de esos espacios que definió hace un rato.

PM —Y creando incluso… todo depende de cómo culminen esos diálogos que uno tiene, puede haber oportunidades. Si se logra una maduración interesante eso podría dar lugar a un espacio político nuevo, más allá de si el lema es Partido Independiente; eso es una cosa más jurídica.

EC —Algunas de las críticas que usted hizo a la reunión de Sanguinetti, Larrañaga y Lacalle Pou se parecen a las de Fernando Amado, socialdemócrata, batllismo de izquierda, en fin, pero está dentro del PC.

PM —Está claro, él está dentro del PC.

EC —¿Usted sueña o ve la posibilidad de acordar algo con él y su grupo?

PM —No lo sé, lo tendrá que evaluar él. Pero ciertamente las críticas que Amado hizo a esa reunión son muy similares a las que hicimos nosotros. Él está dentro del PC y está peleando una interna.

EC —Entonces va a formar parte de ese paquete que usted define como la alternativa restauradora.

PM —No, seguramente Amado no tiene un pensamiento restaurador, como tampoco lo tiene alguna gente dentro del PN. Conozco dirigentes políticos del PN que no están de acuerdo con esa lógica de que una mitad viene en lugar de la otra.

EC —A eso iba, usted también mencionó coincidencias con sectores wilsonistas, pero ¿piensa hacer un acuerdo con, no sé, el grupo de los intendentes?

PM —Veremos. Hoy uno no puede hablar por otros, nosotros hemos hecho esa convocatoria, nos parece que es importante consolidar un espacio, pero también del otro lado. Hay una parte muy importante: tú mirás las encuestas y en las encuestas hay una reducción de la intención de voto al FA en promedio de más de 10 puntos con respecto a cinco años atrás. El FA hace cinco años tenía una intención de voto de 42, 43 puntos y ahora tiene 30. ¿Eso qué significa? Un montón de gente que no está en decisión de votar al FA otra vez, y a esa gente hay que darle un cauce, y ese cauce es un cambio sin volver atrás. Es decir, un cambio hacia delante y que implica una columna de gente que viene del Frente y que de alguna forma es un canal para generar una alternativa socialdemócrata. Ese es el planteo que estamos tratando de construir desde hace tiempo.

EC —Si quiero pasar en limpio, me imagino al PI llegando a las elecciones con dos alas, con dos listas al Senado, por ejemplo. Una estrictamente del PI y otra en la que sumen figuras provenientes del FA, eventualmente del wilsonismo, eventualmente del batllismo, etcétera. Pero figuras, no grupos políticos.

PM —Eso va a depender mucho de quien tome decisiones; ciertamente, cuanto más mejor, pero ese es el planteo. Creo que para muchísima gente en Uruguay eso es una opción de cambio mejor que esta idea que se trasunta de esa foto de la reunión, que tiene esa mirada que hace recordar mucho al pasado. Creo que hay que construir hacia el futuro.

EC —¿El problema de esa foto es Sanguinetti? ¿El problema es el protagonismo que ha adquirido Sanguinetti?

PM —Sanguinetti es un referente de esa época, pero además él mismo ha hablado: “Autocríticas hacen los comunistas”, dijo en unas declaraciones. O sea que no está dispuesto a hacer autocrítica de lo que pasó en las épocas de la vieja coalición. Y yo creo que hay que hacer lo que la gente pide, y la gente le está reclamando hoy al Frente un montón de cosas, pero no se olvida de que los blancos y los colorados perdieron el poder en gran medida también por errores propios, por fracasos y por señales contradictorias con lo que la gente prefiere que sea la política.

Y hoy tenemos un desafío adicional, que es que la gente está enojada con los políticos, la gente está distante, tiene un malestar con la política. Y hay que mandar señales. Yo estoy planteando desde fines del año pasado a Vázquez primero, después en el Parlamento y está en debate hoy entre las bancadas –el lunes hicimos un nuevo planteamiento–: hay que votar un paquete de normas de transparencia. El otro día la gente de Un Solo Uruguay sacó la cuenta de cuánta plata estaba implicada en los actos observados por el Tribunal de Cuentas (TC) que no fueron corregidos. Creo que el TC tiene que tener mucho más poder, creo que la Junta Anticorrupción tiene que tener un marco jurídico que avale un trabajo mucho más exigente. No tenemos que crear investigadoras para estudiar la leche derramada, hay que evitar que se derrame la leche. Eso implica un paquete de reglas de juego fuertes.

Para mí ese es el espíritu del cambio, esa es una de las claves. ¿Va a haber del sistema político, de una vez por todas, señales claras de que queremos corregir y controlar más? ¿Vamos a seguir tolerando tarjetas corporativas en el Estado para que dentro de unos años aparezca “Fulano la usó en tal lado y mirá lo que pasó”, sin discutir si tienen sentido? Me parece que esa es el alma del cambio, el alma del cambio es no solo reformar la educación, reformar el Estado, abrir el país al mundo, mejorar la competitividad, recuperar la seguridad, todas esas cosas que son las asignaturas pendientes. Todo eso bárbaro, pero con un alma que además tiene que incluir estas cosas de regeneración de la actuación política y de recuperación de la confianza de la gente.

EC —Además usted mencionó al pasar reconocerles a los gobiernos del FA lo positivo que han tenido.

PM —Por supuesto.

EC —Esa es otra de las patas de su planteo.

PM —Me parece importantísimo.

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