El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INAVI) realizó el lanzamiento de los festejos por los 150 años de la viña y el vino en Uruguay, una celebración que recuerda el registro del primer viñedo en el país y el comienzo de la actividad vitivinícola industrial.
En este contexto la Comisión de Patrimonio Cultural de la Nación del Ministerio de Educación y Cultura ha resuelto dedicar el fin de semana del Patrimonio 2024 a la vitivinicultura. Bajo el lema El vino como tradición: inspiración, trabajo e innovación, se honrará a las figuras de Pascual Harriague y Francisco Vidiella y, a través de ellos, a todas y cada una de las personas que alimentan todos los días el patrimonio vitivinícola.
La presentación, que se llevó a cabo en la sede del instituto, contó con la participación del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ing. Agr. Fernando Mattos, junto al presidente y vicepresidente de INAVI, Enól. Ricardo Cabrera y Sr. Oscar Perdomo, el director de la Comisión de Patrimonio, Arq. William Rey y la Ing. Agr. Estela De Frutos.
Cabrera, como dueño de casa, dio a la bienvenida a los asistentes y señaló que estamos celebrando el año del patrimonio vitivinícola, en homenaje a Harriague y Francisco Vidiella, al mismo tiempo que los 100 años de la Organización Internacional de la Viña y la Vid (OIV), los 50 años de los grupos CREA y los 60 de la Asociación de Enólogos del Uruguay. Un año particularmente relevante para el mundo de la vitivinicultura.
Estela De Frutos, en tanto, repasó algunos hitos de estos 150 años, destacó el valioso legado de los pioneros Harriague y Vidiella en la construcción de la historia vitivinícola y puso de manifiesto la importancia de colocar al vino uruguayo en el “pedestal de la cultura”.
Por su parte, el director de la Comisión de Patrimonio dio cuenta del trabajo que se está realizando para sellar la identidad del país a través de la producción, “con la esperanza de que mucha gente comience a reparar en el patrimonio tan importante que tenemos vinculado a la vitivinicultura”.
Finalmente, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Ing. Fernando Mattos, sentenció: “No hay nada más tradicional, más patrimonial que el recuerdo, la memoria y las tradiciones que vienen de la propia casa. Si hay una actividad que está vinculada con la migración, con los orígenes y con la historia lejana, es la vitivinicultura uruguaya”.
Durante el encuentro se presentó, además, la campaña que INAVI está llevando adelante con el objetivo de preservar la memoria histórica del sector, rescatar su valor patrimonial y entender la relevancia de la vitivinicultura para el desarrollo económico, cultural, social y turístico del país.
Bajo la consigna Tierra de Valores, la campaña busca transmitir la esencia de la viña y el vino en Uruguay y las particularidades de su legado, con el objetivo de seguir promoviendo el desarrollo de una vitivinicultura innovadora, sostenible y responsable.
En el año 1874 se establecieron los viñedos de Pascual Harriague en San Antonio Chico (Salto), y la granja del catalán Francisco Vidiella en Colón (Montevideo).
Años después, ambos verían el fruto de su esfuerzo con las primeras cosechas de las variedades Tannat y Folle Noir, respectivamente, conocidas originalmente por sus apellidos.
Posteriormente, estos dos pioneros también ganarían los premios otorgados por el gobierno, por haber sido los primeros en elaborar cien mil litros de vino nacional puro.
Estas familias, pioneras en la vitivinicultura, fueron el cimiento fundamental de nuestro patrimonio vinícola, al introducir nuevas cepas y demostrar que cultivar vid en Uruguay sí era posible. Dos hombres visionarios que dieron el primer impulso a esta tierra de valores.
***