La llamada Ley Trans está en discusión en el Senado y genera polémica entre legisladores de distintos partidos. Una mirada en profundidad al proyecto con la psicóloga Pini, integrante de la Unión Trans
873 personas componen la población trans en Uruguay, según un censo nacional realizado en 2016. Su edad promedio de abandono del sistema educativo es a los catorce años. 25% se desvincula del hogar a edades tempranas. La esperanza de vida es de 35 años.
Son algunos de los datos que proporcionó el Poder Ejecutivo cuando envió al Parlamento el año pasado un proyecto de ley integral de personas trans. Abarca desde la facilitación del trámite para el cambio de nombre hasta el establecimiento de cuotas para este colectivo en becas estudiantiles, cursos del Inefop y llamados de trabajo públicos.
La Ley Trans, como se conoce al proyecto, hace particular énfasis en la salud, donde se exige a todos los prestadores de salud estatales y privados que garanticen la realización de procedimientos de transición de sexo, con intervenciones quirúrgicas o mediante terapias de hormonas.
Además, uno de los artículos del proyecto establece un régimen reparatorio para las personas trans nacidas antes del 31 de diciembre de 1975, que hubieran sido discriminadas durante la dictadura militar. Se les otorgaría una prestación vitalicia mensual de alrededor de $11.000. Según la Asociación Trans del Uruguay, podrían aplicar a este beneficio no más de 50 personas.
Hace algunas semanas que el proyecto se está discutiendo en la Comisión de Población, Desarrollo e Inclusión del Senado, donde se instaló la polémica en torno, sobre todo, a un aspecto del artículo 17, que permitiría a menores de edad realizarse tratamientos de transición de género, aun sin el consentimiento de sus padres. En la misma línea son las críticas con el artículo 5, que permitiría el cambio de nombre también en menores de edad y establece vías para el caso de que no se cuente con la anuencia de los padres.
A esta discusión se suma una manifestación a las afueras del Palacio Legislativo y una campaña de recolección de firmas, ambas contrarias a la Ley Trans. Ya se entregaron en el Parlamento unas 40.000 firmas. También se han conformado campañas negativas en las redes sociales.
Para tratar este tema en profundidad, En Perspectiva recibió en su estudio a la psicóloga Marcela Pini, mujer trans y activista de la Unión Trans.
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