El viernes 27 de mayo, al finalizar La Mesa, fuimos sorprendidos por un paquete dirigido a Gonzalo Pérez del Castillo y una breve nota manuscrita, que fue leída en voz alta por Gonzalo y decía:
Mi nombre es Diana […]. Mi padre […] falleció en el año 1999 con 85 años. No fue antes de la muerte de mi madre que pudimos acceder a sus pertenencias, que ella guardaba como su más preciado tesoro. Entre ellas encontramos esta máquina y estas placas. Inmediatamente me vino a la mente su imagen y también unas palabras con respecto a comprar placas en la feria de Tristán Narvaja.
Desconozco si lo que le entrego puede ser o no de su interés, pero sólo en usted pensé cuando lo vi. Siéntase libre de disponer de ello. Un pedido, no me menciona al aire, por favor. (*)
El paquete contenía una máquina fotográfica Goerz – Zeiss Ikon, alemana, y accesorios. Era un equipo que empleaba placas 9×12 cm y venía con tres porta placas y un film-pack vacío. La máquina era, posiblemente, de alrededor de 1930, compatible con las fechas indicadas por Diana.
Había también una caja con 11 placas de vidrio, fabricadas por Kodak. Las placas estaban en buen estado y se pudieron fotografiar y procesar para generar imágenes positivas digitales.
Posteriormente Diana, al ver las imágenes, comentó:
Las primeras son efectivamente mi padre y mi madre en el Parque Rodó. Puedo establecer la fecha de la última foto porque es mi hermana, que nació en 1948. En la que muestra un grupo de hombres en una ventana (espectacular foto con esa luz) están mi padre y un grupo de compañeros dentro del Banco de Seguros, donde él trabajaba.
La dos casas o construcciones no tengo idea y el grupo grande de pescadores incluye a mi padre y a mi tío en el Club Marypesca.
El club existe y está situado en Lindolfo Cuestas, en la Ciudad Vieja.
Como comentó “El Ruso” al conocer los detalles del caso: “Sólo en los viernes pasa algo así. El próximo contamos esta historia, única”.
(*) Algunos datos se han suprimido a pedido a de la autora de la carta.