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Salón de Ginebra
Potencia y lujo con presencia discreta de Volkswagen

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Fabrice Coffrini/ AFP Photo.

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Deportivos inalcanzables, vistosos todoterrenos urbanos y una discreta presencia de Volkswagen figuran entre lo más saliente de la edición número 86 del Salón del Automóvil de Ginebra, que llega este fin de semana a su fin y refleja el optimismo del mercado automotor europeo, pese a los efectos de la crisis que aún persisten y los recientes escándalos que lo han afectado.

El Salón del Automóvil de Ginebra se inauguró el martes 1º de marzo con coches aún más potentes y vistosos todoterrenos urbanos, en un mercado europeo optimista pese al escándalo Volkswagen, que tiene una presencia discreta.

Antes de la apertura oficial del 86º Salón de Ginebra, el Opel Astra fue coronado "Coche del año en Europa", premiado por su conectividad ultramoderna. "La competencia fue dura", se congratuló Karl-Thomas Neumann, el director de Opel, filial en dificultad del grupo estadounidense General Motors.

Las ventas de autos en Europa repuntaron después de la crisis global que se prolongó de 2008 a 2013, y en 2015 superaron a China, en plena ralentización, como locomotora del sector. El fabricante alemán BMW prevé un crecimiento de 5 % a 10 % de sus ventas este año y su rival Mercedes-Benz (de Daimler) entrevé "un claro potencial de crecimiento" en Europa, según dijo su patrón Dieter Zetsche. Algo más prudente, Paul Willcox, presidente de Nissan Europe, prevé un crecimiento "del 2 % al 3 %" del mercado europeo este año.

En 2015, hubo 13,7 millones de matriculaciones de automóviles en Europa, un 9,3 % más que en 2014, y este año debería haber más de 14 millones, según los expertos del sector. "La demanda está apuntalada por las bajas tasas de interés, por un alza de los ingresos reales y del índice de empleo, así como por los bajos precios del combustible", destacó el lunes el presidente de la Federación Alemana del Automóvil (VDA), Matthias Wissmann.

Prototipos de lujo y SUV

El Salón, que tendrá su cierre el domingo 13 de marzo, se abrió con la promesa de presentar "más de 120 novedades mundiales y extranjeras" y mantiene en alto su reputación vitrina de automóviles deportivos y de modelos de gran lujo. Entre las presentaciones más impactantes figura el Bugatti Chiron, sucesor de Veyron en la serie de los vehículos más potentes, más rápidos… y más caros del mundo, a cerca de € 2 millones la unidad.

Lamborghini, otra estrella de los "supercoches", propiedad del grupo Volkswagen, exhibe su modelo Centenario, en un segmento en el que compite con el nuevo Aston Martin DB11 y con una versión aún más potente de Jaguar F-Type.

La francesa Renault no presentó en Ginebra su esperado prototipo que prefigura el renacimiento de Alpine, pero DS (marca del grupo Peugeot-Citroën) llegó al Salón con el E-Tense eléctrico, un prototipo de coupé futurista.

Más cercanos de la serie que de los prototipos, los 4×4 urbanos (crossovers o SUV, sigla de sport utility vehicle, "vehículo utilitario deportivo") han sido también estrellas del Salón, una posición acorde con su fulgurante popularidad, dado que en diez años de existencia lograron hacerse con el 22 % del mercado.

Los nuevos modelos de Kia Niro, Toyota C-HR, Seat Ateca, Audi Q2 y Skoda VisionS pretenden desafiar a los más buscados, Renault Captur y Nissan Qashqai.

Maserati, del grupo Fiat-Chrysler, presentó su primer SUV, denominado Levante, con el que aspira a competir con el afamado Porsche Cayenne.

Renault, que ya desarrolla una gama de crossovers, este año nada contra la corriente y presentó la cuarta generación de su monoespacio Scenic y su break Megane. Los breaks también se exponen en los stands de Volvo (V90) y Kia (Optima).

El diésel en el banquillo

En la apertura del Salón, Stefan Bratzel, experto alemán del sector, predijo "un ambiente positivo en su conjunto, pese al asunto del escándalo Volkswagen".

El gigante alemán, fabricante de 12 marcas que dominan el 25 % del mercado europeo, enfrenta una crisis de gran magnitud desde que en setiembre del año pasado admitió haber trucado los motores de millones de coches diésel para burlar los controles de sus emisiones contaminantes.

El nuevo presidente del grupo, Matthias Müller, horas antes de la apertura del Salón, llamó a "aprender de los errores del pasado" y anunció que el grupo se propone dar la vuelta la página del escádnalo este año. "En 2016 contamos resolver el problema de nuestros motores diésel para nuestros clientes y reorientar al grupo hacia el futuro", afirmó Müller en un comunicado.

Salir del enredo no será tarea fácil. VW enfrenta duras penalidades financieras por un asunto que daña su imagen y pone al diésel bajo sospecha, tanto de los poderes públicos como de los consumidores.

El parlamento Europeo autorizó el mes pasado el endurecimiento de las normas de emisiones de los vehículos diésel. El costo de la descontaminación debería aumentar, y afectar la predominancia de ese tipo de combustible, que actualmente hace funcionar la mitad de los vehículos vendidos en el Viejo Continente.

"Sabíamos desde hacía años que el diésel contamina, pero eso no le importaba mucho a la gente", hace notar Ferdinand Dudenhöffer, director del centro de investigaciones CAR de Alemania.

AFP/Por Tangi Quemener y Estelle Peard desde Ginebra, Suiza

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Salón del Automóvil de Ginebra 2016

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Salón del Automóvil de Ginebra, sitio oficial

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Foto: El nuevo Porsche 911 R en el stand del fabricante alemán durante la jornada para prensa del Geneva Motor Show (Salón del Automóvil de Ginebra), 2 de marzo de 2016, Ginebra, Suiza. Crédito: Fabrice Coffrini/ AFP Photo.

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