El reclamo tiene que ver con permitirle a los familiares ingresar alimentos, cosa que fue restringida en la Unidad Nº1
Desde el lunes, un grupo de reclusos de la cárcel nueva de Punta de Rieles se niega a consumir alimentos como medida de protesta. Según un comunicado del Ministerio del Interior, la principal reivindicación de los presos se refiere al régimen de funcionamiento de la Unidad Nº 1; en este caso, protestan por una restricción que afecta el ingreso de alimentos por medio de las familias.
El comisionado parlamentario para el sistema carcelario, Juan Miguel Petit, recordó que la cárcel de Punta de Rieles, que se inauguró en enero, funciona con participación público privada. "Se ha ido ensamblando, ha ido funcionando de a poco", dijo Petit, y una de las particularidades es que se pone el encierro como una excepción y se mantiene a los reclusos en actividad. Sin embargo, las instalaciones no están todavía listas para brindar todas las actividades previstas, por ejemplo talleres. "Hubo muchos que pidieron para volver a otros lugares", contó.
En este marco está el alimento. ¿Qué sucede? Según Petit, la molestia está vinculado con el no tener nada para hacer en todo el día. "La comida no es mala, es balanceada", afirmó, a pesar de algunas denuncias que se realizaron que no pudieron ser comprobadas. Pero esto no es suficiente: "Es una comida muy justa", no en las cantidades que precisa la población carcelaria.
En estos días, la empresa que se encarga de la comida abrió una cantina en el edificio, donde se puede comprar alimento mediante depósitos de dinero de las familias, y se provocó nuevas rispideces.
Petit indicó que "lo central es que haya un cotidiano, una vida interna, que sea rica, llena de actividades, de propuestas". En un contexto como este, no habría amenaza de que elementos foráneos pudieran ingresar ocultos en la comida que llevan los familiares. "No va a caer la cárcel por que los fines de semana las familias puedan entrar algunos elementos", agregó el comisionado.
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