Hace una semana un delincuente fue "linchado" por una multitud en Casarino y la Policía no intervino hasta el final. Abdala, abogado del Sifpom, habla sobre el rol de los oficiales en situaciones como esta
El domingo 29 de julio un grupo de vecinos de Casarino, en Canelones, persiguió y atrapó a un delincuente que acababa de asaltar una pollería junto a una joven.
Luego de detener al rapiñero, le dieron una golpiza y hundieron varias veces su cabeza en una cañada, ante la mirada de un policía. El hecho quedó registrado en videos que circularon en redes sociales.
El viernes pasado la Fiscalía formalizó a tres vecinos por el linchamiento. A uno de ellos le imputó el delito de lesiones y le impuso una pena de prisión domiciliaria los fines de semana durante 20 meses. A los otros dos les tipificó el delito de justicia por mano propia y les dictó prohibición de uso y porte de armas y la obligación de fijar su domicilio ante la Justicia.
Mientras tanto, los dos policías citados a declarar fueron desvinculados de cualquier delito.
El caso desató un debate sobre arrestos ciudadanos, justicia por mano propia y también sobre la actuación policial en situaciones como esta. ¿Como debería reaccionar un efectivo ante una turba que quiere ajusticiar a un delincuente? De eso conversó En Perspectiva con el Dr. Washington Abdala, abogado del Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo.
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