Fútbol para contar

Mundial de Clubes 1 | La esperanza de Túnez

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Mundial de Clubes
Por Homero Fernández

Lunes 16.06.2025

Uno de los clubes más ganadores de África apuesta al gran escenario delMundial de Clubes para seguir haciendo historia y honor a su nombre.

Aunque en la nomenclatura futbolística se puede encontrar de todo,el nombre del Espérance de Túnez, que participa en el Mundial de Clubes que organiza la FIFA, nos produce sorpresa y puede dar la falsa imagen debilidad.

El sustantivo “esperanza”, sin embargo, también irradia energía positiva. La confianza de que algo deseado puede llegar a suceder. Una manera del ser humano para enfrentar y superar las dificultades que se le presentan.

Sin embargo, la asociación que hemos hecho, como veremos, poco tiene que ver con el verdadero origen del nombre del club tunecino.

El fútbol había llegado a Túnez a través de la influencia colonial europea y cuando se organizó el primer campeonato, por 1910, los únicos equipos eran derivaciones de clubes de Francia y de Italia.

La primera vez que se aceptaron jugadores tunecinos fue cuando se formalizó la creación del equipo franco-árabe “Stade Africain”. En 1917, este club se enfrentó en la final al “Stade Tunisien”, que solo contaba con jugadores de origen judío.

Las diferencias entre musulmanes y judíos, latentes tras la Primera Guerra Mundial, terminaron con grandes incidentes y disturbios que llevaron a las autoridades coloniales francesas a la suspensión de cualquier actividad pública.  Por lo tanto, el fútbol quedaba prohibido.

La medida dio sus resultados. Las comunidades rivales se acercaron y tras cierto tiempo llegaron a un acuerdo sorprendente: fusionar los clubes rivales en el “Union Sportive Tunisien”, que sería el gran ganador en los siguientes años.

Pero, como siempre pasa, había quienes no estaban de acuerdo con aquella decisión. Entre ellos Mohamed Al-Zawawi, golero del "Stade Africain". Junto con sus dos amigos El Hedi Al-Qalal y Osman Ben Sultan, se propusieron crear un nuevo club, exclusivamente con jugadores musulmanes.

Las primeras reuniones se hicieron en 1918. ¿Dónde? En el “Café de l’Espérance” de un barrio tunecino. Y cuando tuvieron que ponerle el nombre al equipo, no lo dudaron. El del café. Así el 15 de enero de 1919 el “Espérance Sportive Tunisien” consiguió el beneplácito de las autoridades francesas para su funcionamiento.

Como vemos, no hubo nada filosófico detrás de la denominación del club.

Desde su origen, el Espérance iba a representar la expresión más extrema del nacionalismo tunecino a diferencia de sus rivales que seguían incluyendo jugadores italianos y franceses. Eso también lo hizo posicionarse en el mundo de los aficionados como su representante más auténtico. Los primeros colores fueron verde y blanco, y posteriormente cambiaron al amarillo con rojo a rayas, que aún conservan.

En 1936, el club empezó a despuntar en la liga nacional y alcanzó por primera vez la final de la Copa de Túnez, donde cayó ante su máximo rival, el “Stade Gaulois”.

A partir de la mitad del siglo XX el Espérance comienza su camino más próspero. En 1957, un año después de la independencia, gana la Copa de Túnez, y en 1958 y 1960, la liga. El camino por la conquista de África arranca en 1994 cuando obtiene la primera de sus cuatro Copa Africana de Campeones.

En 1995, se corona en la Supercopa de África y en la Copa Afro- Asiática.

El Espérance, conocido actualmente como “ES Túnez”, o “EST”, encabeza por lejos los galardones de la liga tunecina. Lleva 33, 20 más que su rival el “Stade Africain”. Solo ha perdido 75 partidos de la liga en las últimas 27 temporadas.

Ha terminado tres temporadas invicto y celebrado 19 de 26 títulos.

El Espérance llegó al Mundial de Clubes FIFA 2025 como una de las cuatro plazas disponibles para África.

En el grupo clasificatorio que le tocó tiene dos rivales famosos: el Flamengo y el Chelsea.

Deberá conseguir más puntos que alguno de ellos si quiere pasar de ronda.

No parece fácil, pero… con café o sin café, la esperanza es lo último que se pierde.

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