Foto: Charo LARISGOITIA / AFP
En Argentina dos personas fueron procesadas ayer por el intento de homicidio “agravado” y “con alevosía” de Cristina Fernández de Kirchner.
Se trata de Fernando Sabag Montiel y su pareja, Brenda Uliarte.
A Sabag “se le imputa el haber intentado dar muerte, de manera premeditada”, a la vicepresidenta de la República. Para eso, según el escrito de la jueza María Capuchetti, el hombre contó “con la planificación y acuerdo previo” de Uliarte y otra persona, Agustina Mariel Díaz.
A dos semanas del hecho, además, habló por primera vez la propia Cristina Fernández. Lo hizo ante representantes de la Iglesia Católica que trabajan en barrios pobres, a los que definió como “curas villeros”.
"Yo siento que estoy viva por Dios y por la Virgen, realmente. Así que me pareció que si tenía que agradecer a Dios y la Virgen, tenía que hacerlo rodeada de curas de los pobres, de curas villeros y de hermanas laicas y religiosas".
La propia vicepresidenta difundió video y fotos del encuentro en sus redes sociales.
En su discurso, sostuvo que había hablado con el Papa Francisco al día siguiente del atentado.
“El viernes tempranito me llamó, estuvimos hablando por teléfono y me dijo algo así como que los actos de odio y de violencia siempre son precedidos por palabras y por verbos de odio y de violencia. Primero es lo verbal, después ese clima va creciendo, creciendo, creciendo… y finalmente se produce… bueno. Pero no quiero hablar de ese día”.
Cristina Fernández dio un mensaje de unidad y dijo que se deben buscar puntos en común con los opositores. Agregó que lo más grave del ataque en su contra fue “haber roto un acuerdo social” desde la vuelta de la democracia. “Lo del otro día fue una ruptura” a partir de la cual “tenemos que volver a reconstruir”, afirmó.
Pasamos en limpio los últimos sucesos en torno a este episodio que ha conmovido a Argentina y a la región: conversamos En Perspectiva con nuestro corresponsal en Buenos Aires, Fernando Gutiérrez.
