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En Mirando a África profundizamos sobre el crecimiento imparable de las iglesias evangélicas, que están redefiniendo el paisaje religioso y ejercen una influencia decisiva en la política, la cultura y los derechos de colectivos vulnerables de varios países.
Se imponen con mensajes que cautivan a las clases medias hablando de prosperidad económica. Se financian con un entramado transnacional que impulsa leyes conservadoras y contrarias a los derechos humanos, y de hecho llegaron a imponer en Uganda una polémica ley anti-LGBT, en acuerdo con el gobierno local. Pero además, prometen sanidad espiritual, adaptada a un discurso que combina remedios sobrenaturales con autoayuda.
Así avanza la religión evangélica en África, moldeando legislaciones y dando discursos sociales que muchas veces terminan retaceando derechos e incluso disminuyen el acceso a educación en salud sexual y reproductiva.
El mensaje de estas iglesias resuena especialmente en las nuevas clases medias urbanas africanas, urgidas de soluciones inmediatas a problemas estructurales como el desempleo y la falta de servicios básicos, en un continente muy castigado por la pobreza y la desigualdad.

Conversamos sobre esta situación con nuestra columnista, Mercedes Sayagués, periodista uruguaya radicada en Sudáfrica, con larguísima trayectoria en ese continente.