Foto: En Perspectiva
Presentan: Fenicio, Fundación Telefónica Movistar y Lenovo
El portero sabe vida y obra de los habitantes de un edificio. O ese es el concepto popular que existe sobre ellos.
El portero es a quien uno va a preguntarle si hay un problema en el apartamento, o si hay alguno que vaya a quedar libre, o de qué piso es el perro que se oye ladrando por los ductos de ventilación, o cuándo van a venir a arreglar el ascensor.
Es una referencia más allá de la seguridad, de a quién se deja entrar y a quién no al edificio.
Pero en tren de abaratar costos, en los últimos años fueron apareciendo los llamados tótems: pantallas a través de las cuales una misma persona puede atender la puerta de varios edificios. El precio de contratar ese servicio es bastante menor que el de tener a un ser humano presencial las 24 horas en el hall.
Desde la Asociación de Porteros de Casas de Apartamentos están denunciando que se han perdido unos mil puestos de trabajo por esta disrupción tecnológica.
Afirman que eso, sumado a que hay porteros virtuales que están localizados en otros países y no pagan aportes en Uruguay, genera pérdidas de seis millones de pesos al Estado.
Para paliar la situación, tienen elaborado un proyecto de ley. ¿Cuál es la propuesta?
En nuestro espacio de Disrupción, Tecnología e Innovación, lo conversamos con con el presidente y el secretario general de la Asociación de Porteros de Casas de Apartamentos, Óscar Fernández y Mario Gómez.
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Documento de interés: PROYECTO DE LEY TOTEM – Asociación de Porteros
