El Gobierno publicó este martes el pliego del proyecto “Ferrocarril Central”, que incluye la construcción y mantenimiento de 273 km de vías férreas entre el Puerto de Montevideo y la ciudad de Paso de los Toros. Esta fue una de las exigencias de la finlandesa UPM para instalar su segunda planta de celulosa en nuestro país.
Si bien el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, dijo que la obra no está condicionada a la concreción de la planta de UPM, reconoció que el proyecto surgió para avanzar en las negociaciones con la finlandesa.
Según el contrato que el Poder Ejecutivo firmó con UPM, la empresa puede presentar su propio operador ferroviario para que se encargue del transporte de sus productos; es decir, UPM podrá manejar trenes propios.
Para ello deberá someterse a estudio y autorización de la Dirección de Transporte Ferroviario, y para utilizar la nueva vía ferroviaria deberá pagar un canon al Estado por concepto de peaje.
Esta decisión generó preocupación en la Unión Ferroviaria (UF). Martín Pousso, secretario general del sindicato, criticó que "en toda la era progresista no se compró ni una locomotora" para el transporte de carga y que la multinacional "no pone un peso para la obra ferroviaria, lo único que pone son exigencias" en el proyecto de las vías férreas.
"Si durante todos estos años de la era progresista se hubiera preparado a AFE para desarrollarse, si se hubieran hecho inversiones serias, si hubiera estado bien dirigida la empresa, hoy estaría en condiciones de transportar todo lo de UPM, pero no se hizo. Ni siquiera compraron una locomotora”, dijo Pousso al diario El País.
Según el dirigente, se trata de una “neta privatización”.
La Mesa de los Jueves: Esteban Valenti, Carlos Ramela, Fernando Butazzoni y Casilda Echevarría.
[la_mesa type="2″]