Destacados

Larrañaga: "A mí no me gusta la timba, me gusta el caballo"

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Foto: Jorge Larrañaga en el acto de culminación de la 11ª Marcha a Masoller “A caballo por Aparicio” en Masoller, limite entre Artigas y Rivera, en 2014. Crédito: Javier Calvelo /adhocFotos

Entrevista tomada del archivo de En Perspectiva, del

***

El senador nacionalista Jorge Larrañaga es un conocido aficionado al turf. Tan es así que este jueves tres caballos suyos compiten en las carreras que se llevan a cabo en el hipódromo de Maroñas. Entrevistado por En Perspectiva, el líder de Alianza Nacional contó la vinculación de su familia con el mundo hípico. "Yo nací en un stud. Con nuestro cuidador, Edgar Martínez, y toda su familia, procedemos de Paysandú y nacimos en el hipódromo San Félix de Paysandú, que fundara mi padre en 1954″, reveló. También contó qué es lo que lo atrapa del mundo de las carreras. "El centro fundamental de todo es el caballo. A mí no me gusta la timba, juego algún boleto, por supuesto, pero me gusta el caballo, me gusta el stud, me gusta conversar con los amigos que se van generando aquí en las carreras, recorrer el hipódromo, venir temprano a los trabajos", manifestó.

EMILIANO COTELO:
Volvemos con Rosario Castellanos, que en su permanente ir y venir creo que salió del hipódromo de Maroñas. ¿Dónde estás exactamente?

ROSARIO CASTELLANOS:
Estoy a tres o cuatro cuadras del hipódromo. Yo les contaba de mañana que en todo este entorno alrededor existe una cantidad de studs. Precisamente me encuentro en uno de ellos, aquí junto al box de Trueno Potro, este tostado alazán al que cometí el error de llamar zaino colorado; casi me mata el propietario, porque le erré al pelo. Es un caballo que se está preparando, me mira con las orejitas paradas, con absoluta tranquilidad por el momento. Se está preparando porque habrá de debutar hoy en la carrera número 15.

Pero también es original su propietario, que está en la puerta del box, sentado sobre un balde volcado, con un teléfono celular, escuchando esta trasmisión, con un look absolutamente diferente del acostumbrado, bastante más descontracturado, en mangas de camisa, mate en mano, que acaba de dejar a un costado para atender el teléfono. Es el doctor Larrañaga, el senador Jorge Larrañaga, propietario de Trueno Potro. No es el único de sus caballos que están en este stud, pero a este hoy le está prestando atención, porque seguramente algún boleto habrá que jugarle en esa carrera número 15, en la que debuta.

EC – Doctor Larrañaga, a usted los oyentes lo conocen, es senador de la República, líder de Alianza Nacional, ex candidato a vicepresidente el año pasado. Tiene paralelamente toda esta otra afición, la del turf. Es más, hay otros tres caballos suyos que compiten hoy en otras tres carreras, Chevron en la quinta, Ato en la octava y Trueno en la decimoquinta. Me decían además que usted tiene dos studs, así que en general sus caballos pueden correr con dos colores distintos. ¿Desde cuándo está metido en el mundo del turf?

JORGE LARRAÑAGA:
En primer lugar, felicitaciones por la trasmisión, me parece importante que se conozca una actividad en la cual trabaja muchísima gente. Yo nací en un stud, le contaba a Rosario que con nuestro cuidador, Edgar Martínez, y toda su familia, procedemos de Paysandú y nacimos en el hipódromo San Félix de Paysandú, que fundara mi padre en 1954. Los dos studs corresponden a dos chaquetillas, una la XV, que es de mi padre, que debe de tener 80 o 90 años, que yo mantengo y continúo en homenaje a él, que era un turfman, y la otra es una chaquetilla que mantenemos con mi hermana Dorita desde hace unos 30 años, que sacamos con los colores del Club Nacional de Fútbol. Así que forma parte de nuestra pasión de toda la vida.

EC – Usted habló de pasión, y muchos hablan de pasión en este ambiente. ¿Qué es lo que lo atrapa de este mundo de las carreras?

JL – El caballo, creo que el centro fundamental de todo es el caballo. A mí no me gusta la timba, juego algún boleto, por supuesto, pero me gusta el caballo, me gusta el stud, me gusta conversar con los amigos que se van generando aquí en las carreras, recorrer el hipódromo, venir temprano a los trabajos.

EC – ¿Viene todos los días?

JL – No, no, vengo solamente algún martes, algún miércoles, cuando trabaja algún caballo, y siempre que tenga alguna expectativa de algún potrillo que pueda correr algo. No tengo tiempo para venir todos los días.

EC – ¿Cuántos caballos tiene?

JL – Tengo seis caballos.

EC – ¿Todos acá en Maroñas?

JL – Sí, en el hipódromo de Maroñas, con Edgar Martínez, con él y toda y su familia tenemos una vinculación de 50 años y son gente de gran trabajo, de una enorme confianza, tiene un equipo bárbaro. Y bueno, esto es confianza, es amistad, es relación, y venimos desde Paysandú con la misma ilusión desde hace muchísimos años.

EC – Además de jugar en la pista con sus propios caballos, ¿usted apuesta en las carreras?

JL – No, poco; a veces algún boleto tiro, no voy a decir lo contrario, algún juego especial que se arma, algún pique, alguna combi triple, alguna trifecta, esos juegos que se arman en cada una de las carreras en función de los pozos que se hacen. Y hoy tenemos una jornada excepcional, con 20 carreras que dan para divertirse.

EC – Hoy sí va a jugar algunos boletos.

JL – Algún boletito sí, a los míos siempre los acompaño con algún boleto para comer un asado.

EC – Ahí vamos pasando en limpio.

LC – Tiene muchísimo conocimiento y conoce las tabuladas como pocos, lo viví con él hace poco en Buenos Aires en el Pellegrini, y recibí un gran conocimiento de él.

EC – Una paliza recibiste.

LC – Por supuesto. Pero es muy generoso en los conocimientos.

JL – Con el doctor Costa estuvimos mirando el Pellegrini en una fiesta espectacular el 13 de diciembre pasado. Algún acierto tuvimos con él, él no se queda atrás, así que no se venga a hacer el humilde, porque en la Tertulia ahí hay gente que sabe y que conoce del turf.

EC – Ruben Villaverde también quiere agregar algo.

RV – Una pregunta. Los propietarios les ponen unos colores y un nombre a su camiseta y un nombre a su propio stud, pero tú, Jorge, le has puesto XV, y yo siempre me he preguntado qué significa ese nombre. Tenés el XV y creo que corrés con los colores del San Félix, que supongo que será por el hipódromo de Paysandú.

EC – Él explicaba recién que el XV viene de su padre. ¿Por qué ese nombre?

JL – El stud se llamaba XV, mi padre lo tomó hace muchísimos años, y a su vez ya tenía 30 o 40 años, por lo tanto debe de tener 90 años corriendo en los distintos hipódromos, chaquetilla roja, manga negra, vivos oro, gorra negra. Son colores que han tenido una tradición muy importante y le llamamos el stud XV, que es 15 romano, pero en realidad es XV, no sé por qué le pusieron XV.

Al otro stud, que fundamos con mi hermana cuando teníamos 20 años, hace más de 30, le pusimos San Félix en homenaje al hipódromo San Félix, que fundara mi padre en 1954, dos años antes de que yo naciera. Así que imagínese que ya iba al hipódromo en la panza de mi madre. Si conoceré de toda esta relación, de toda la gente; incluso teníamos caballos cuando Maroñas estaba cerrado y cuidábamos caballos acá en Maroñas para correr en el hipódromo de Las Piedras.

EC – ¿Cómo la ve para esta tarde? ¿Qué chance tienen sus tres caballos?

JL – Yo soy siempre muy cauto en los pronósticos, pero Chevron tiene su chance en la quinta, Ato tiene una carrera más complicada, más difícil en la octava, y Trueno Potro, que debuta, tiene esa dificultad; no es fácil debutar ganando, pero anda bien, es un caballo que seguramente va a correr bien, vamos a ver qué pasa. Pero el stud tiene otros representantes, el clan Martínez tiene dos caballos en la milla, Nectandi y Tomo y Ombligo, que tienen su chance, y después en la de mil metros corre un caballo patrio de Rigs, que es un caballo bueno, prácticamente invicto, que ha corrido poco y ha ganado casi todas. Vamos a ver, tenemos para divertirnos todo el día hoy.

LEONARDO COSTA (LC):
Una pregunta, ¿para ti cuál fue el mejor Ramírez y cuál fue el mejor caballo que viste correr?

JL – Y yo qué sé, hemos mirado tantos Ramírez. Yo siempre digo lo mismo, el Ramírez que me causó más emoción no sé si fue el mejor caballo, seguramente no, porque era un caballo chico, aquel caballo Cascabel cuando les ganó a las yeguas argentinas Fits y Contraventora, en una carrera excepcional, extraordinaria.

EC – ¿Por qué Ruben pone cara como de "me sacó el nombre"?

RV – Porque en un momento le había comentado a Miguel Aguirre que uno va construyendo ese gusto por los caballos, y yo de niño recuerdo ese final al que hacía referencia Larrañaga, que Cascabel, con la monta de Walter Báez, un jockey muy famoso, y ahora el cuidador que gana las estadísticas, derrota sobre el disco, por una distancia muy pequeña, media cabeza, a una yegua argentina, Fits, que se perfilaba como ganadora. Una carrera que fue imposible, porque Báez pasó por el ojo de una aguja.

JL – Imposible porque además las dos yeguas argentinas se corrieron la carrera entre ellas, eran dos yeguas excepcionales que daban como un trámite que ganaba una de las dos, y se corrieron entre ellas la carrera cabeza a cabeza durante todo el recorrido, y en el último salto Walter Báez le metió media cabeza, hocico, en una carrera increíble de un caballo que además tenía alma, pero no tenía patas, porque tenía más dolores que yo después de jugar cinco minutos al fútbol.

EC – Acá los tertulianos están viendo la foto del final de esa carrera.

LC – En el libro de Walter Báez que Miguel escribió está la foto de esa final en donde Cascabel y Walter Báez ganan sobre el disco.

EC – Doctor Larrañaga, capaz que nos volvemos a encontrar dentro de un rato, porque seguimos acá hasta después de las diez y media.

JL – Un abrazo y felicitaciones por la trasmisión.

EC – Suerte para esta tarde.

JL – Gracias.

***

Comentarios