Un plan de inversiones de la Intendencia de Canelones aprobado sorpresivamente el martes por la Junta Departamental derivó en un choque violento entre el Partido Nacional y el Frente Amplio.
Para llevar a cabo el plan la comuna encabezada por Yamandú Orsi solicitó a la Junta Departamental la anuencia para endeudarse por hasta 44 millones de dólares a pagar en hasta 20 años. Como ese plazo sobrepasa a la actual administración, el oficialismo necesitaba una mayoría especial. El Frente Amplio, que tiene 20 ediles, debía sumar al menos un edil de la oposición, que terminó siendo el blanco Juan López, de Alianza Nacional.
Ese voto le valió a López durísimas críticas de la dirigencia nacionalista y del presidente del directorio, Pablo Iturralde, que al día siguiente acordó con él su desvinculación del partido. Los blancos incluso le solicitaron la banca, pero el edil se negó a entregarla. En paralelo, también se cargaba contra Orsi, a quien se acusó de “comprar el voto” de López en negociaciones “secretas”.
Orsi, por su lado, respondió que la actitud del Partido Nacional desvinculando a López de sus filas “no va muy de la mano de la historia de los partidos tradicionales uruguayos”. Se asemeja a cuando “los doctores querían imponer en el territorio qué hacer y qué no hacer”, dijo.
¿Cómo se logró la viabilidad de estas inversiones plan de obras? ¿Cómo queda la relación entre blancos y frenteamplistas en Canelones después de este episodio?
Hoy En Perspectiva, conversamos con el secretario general de la Intendencia de Canelones, Francisco Legnani.