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Empezaron cuatro en 2021: Chad en abril, Mali en mayo, Guinea en setiembre y Sudán en octubre. El año pasado, Burkina Faso, en enero. Y en lo que va de este, dos países: Níger en julio y Gabón en agosto.
El continente africano está viendo una sucesión de golpes de Estado militares.
Esto está teniendo efectos varios en África: este lunes, EEUU suspendió su asistencia económica a Gabón. En Níger, el régimen militar expulsó hace un par de semanas a la coordinadora de Naciones Unidas.
Mientras que Francia, antigua potencia colonial en la región, inició este mes el retiro de los militares que tenía apostados también en Níger, lo cual había sido una exigencia de los nuevos gobernantes.
Por supuesto nada de esto es nuevo en un continente históricamente inestable, pero sí llama la atención la cantidad y el hecho de que se den casi al mismo tiempo.
¿Qué hay detrás? ¿Hay un hilo conductor? ¿Qué rol juegan las insurgencias jihadistas que ganan cada vez más poder?
Conversamos En Perspectiva con Mercedes Sayagués en una nueva columna de Mirando a África.