Foto: Pablo La Rosa / adhocFOTOS
La gripe aviar tiene en alerta hace semanas al sector avícola de nuestro país, una cadena productiva que involucra a más de 4.000 empleos directos.
Si bien el virus no ha ingresado en el circuito comercial, hay señales cada vez más preocupantes. Por ejemplo, ayer en San José se detectó un foco en un predio rural que tiene más de cien gallinas para consumo personal.
El gobierno ya resolvió la vacunación preventiva de gallinas ponedoras y reproductoras. Pero las avícolas más importantes estiman que eso no es suficiente.
En una carta enviada al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, la Cámara Uruguaya de Procesadores Avícolas (CUPRA) señala que “es necesario acompañar” la vacunación “con otras medidas complementarias, para no poner en riesgo el proyecto de modernización del rubro, sus expectativas de exportación ni generar situaciones ambiguas a los productores”.
Entre esas acciones la CUPRA pide un mayor involucramiento científico en el seguimiento de la enfermedad, con la creación de una instancia “similar” al Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) que se instaló durante la pandemia de covid-19.
Además la CUPRA solicita “dedicar los mayores esfuerzos para resolver los problemas de informalidad y bioseguridad asociados en un amplio número de granjas de postura”.
Profundizamos en este planteo. Conversamos En Perspectiva con el presidente de CUPRA, Domingo Estévez.
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Enlaces de interés: CUPRA pide crear un GACH para la gripe aviar