La capital francesa vivió su cuarto fin de semana de protestas, lideradas por el movimiento de los "chalecos amarillos", y la baja popularidad del presidente se acentúa
El presidente francés Emmanuel Macron se reunía este lunes con actores sociales y responsables políticos, antes de dirigir por la noche un mensaje a la nación para buscar una salida a la crisis de los "chalecos amarillos" que pone contra las cuerdas al ejecutivo.
"En este grave momento que vive la Nación", el presidente Macron va a consultar "al conjunto de las fuerzas políticas y sociales, para escuchar sus voces, sus propuestas y movilizarlas para actuar", según informó el palacio presidencial del Elíseo.
Macron va a presentar "medidas concretas e inmediatas", afirmó la ministra de Trabajo.
El jefe de Estado francés, que casi no ha dicho palabra desde las violentas manifestaciones del 1º de diciembre y los inauditos enfrentamientos bajo el Arco de Triunfo en París, hablará a las 20 horas de Francia.
Su intervención es considerada decisiva, 48 horas después de la cuarta jornada de protestas de los "chalecos amarillos", este movimiento de personas sublevadas contra la política fiscal y social del gobierno.
Macron, muy impopular, e insultado en las manifestaciones donde se pide su dimisión, necesita una vía de salida para apaciguar la cólera que ha ganado a parte del país desde hace más de tres semanas.
Para profundizar en este tema, En Perspectiva se contactó con Rafael Mandressi, colaborador en París.