El reciente ataque de la guerrilla en el cual murieron 11 militares minó el optimismo que había en torno al proceso de paz en Colombia. Pese a que las FARC argumentan que se estaban defendiendo, aún no están claros los motivos del ataque. La politóloga uruguaya Laura Gil, colaboradora de En Perspectiva en ese país, consideró que de todos modos el proceso de paz saldrá fortalecido porque en otras oportunidades en donde el gobierno se ha puesto firme con las FARC, la guerrilla ha cedido.
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Viernes 17.04.2015, hora 7.48
EMILIANO COTELO:
En Colombia, el proceso de paz entre el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia [FARC], que tantas esperanzas había generado, hoy está pendiente de un hilo.
Esta semana, once militares de ese país fueron asesinados y otros 20 resultaron heridos en un ataque de la guerrilla en el departamento de Cauca, al suroeste.
El incidente supuso una violación de la tregua unilateral e indefinida que las FARC declararon en diciembre del año pasado. En respuesta, el presidente Juan Manuel Santos decidió levantar la suspensión de los bombardeos a campamentos de la guerrilla que se venía cumpliendo desde el 10 de marzo.
(Audio Juan Manuel Santos.)
“Que les quede muy claro a las FARC: no me voy a dejar presionar, óigase bien, no me voy a dejar presionar por hechos infames como este para tomar una decisión sobre el cese al fuego bilateral. La decisión de un cese al fuego bilateral no puede darse ni se hará, repito, no puede darse ni se dará, sino como consecuencia de un acuerdo serio, definitivo y verificable de terminación del conflicto.”
(Fin.)
Estamos en contacto con Bogotá, con la politóloga uruguaya Laura Gil, colaboradora de En Perspectiva.
Antes de analizar las consecuencias de este hecho, creo que sería bueno hablar del episodio en sí mismo, porque al principio no estaba del todo claro cómo había sido el ataque, cómo se delimitaban las responsabilidades. ¿Ahora sí se sabe? ¿Qué fue lo que ocurrió concretamente en Cauca?
LAURA GIL:
No, todavía no está muy claro qué fue lo que sucedió, si fue un ataque o una emboscada de las FARC a los militares. Las FARC en La Habana dicen que fue una operación defensiva, que se defendieron. Ayer Medicina Legal examinó los cuerpos y concluyó que en efecto esto había sido un combate, que no hubo tiros de gracia, pero no se sabe todavía cómo se dieron las circunstancias. Lo que sí sabemos es que las responsables son las FARC, que han dicho que fueron ellas.
EC – Ubiquemos esto en lo que mencionaba en la introducción: esto ocurre en medio del proceso de pacificación, cuando continúan las conversaciones entre el gobierno y las FARC que han tenido como escenario a La Habana, con una tregua determinada de manera unilateral por las FARC y con la orden de suspender los bombardeos a los campamentos de la guerrilla que había dado en su momento el gobierno de Juan Manuel Santos. Ese marco previo a este hecho, ¿qué tenía como correlato en las propias negociaciones?, ¿qué estaba pasando en los contactos entre el gobierno y las FARC?
LG – El proceso de paz venía en un círculo muy virtuoso. Primero se da el cese unilateral indefinido por parte de las FARC, el primero en la historia del conflicto. Después el compromiso de las FARC de no reclutar a menores de 17 años, que es una decisión que todavía no se ajusta a los estándares internacionales pero es un paso hacia adelante. Luego el acuerdo para el desminado, que iba a comenzar en mayo. En respuesta a esas medidas de las FARC el gobierno no cesa los operativos pero sí dice que acabaría con los bombardeos, y toma la decisión de no bombardear durante un mes, con el compromiso de que, si las FARC siguen respetando el cese unilateral, entonces el no bombardeo se prolongaría.
Obviamente frente a la acción en el Cauca el gobierno tiene que responder con el reinicio de los bombardeos. ¿Por qué son tan importantes los bombardeos?, porque todos los golpes grandes que se han dado contra las FARC han sido a través de los bombardeos de los campamentos.
EC –Teniendo en cuenta todo esto que venías explicando, ¿cómo se explica que haya ocurrido este ataque protagonizado por la guerrilla?
LG – No se explica, aquí hay algo que todavía no sabemos. Las FARC dice “Sí, fuimos nosotros pero nos estábamos defendiendo, no fuimos a atacar”, no está muy claro cómo se inició el combate.
Las FARC han sido bastante disciplinadas, toda guerrilla tiene alguna disidencia, estas situaciones en los procesos de paz a veces pasan porque muchas veces hay falta de unidad en el mando, pero las FARC la verdad que han estado mucho más unificadas de lo que uno podía prever para una guerrilla que depende de fenómenos delictivos como el narcotráfico.
¿Qué estaba pensando las FARC? Todavía no está claro, nadie entiende qué fue lo que pasó. Si lo que estaban haciendo era presionar [para obtener] la declaración inmediata del cese bilateral del fuego, se equivocaron muchísimo, porque esto nos devuelve en el tiempo. Ahora, ¿acaba el proceso?, no lo creo, sí nos devuelve en el tiempo porque la confianza que se había estado construyendo entre las partes obviamente está muy golpeada.
EC – ¿Y ahora qué viene, qué puede pasar, cuáles son las expectativas a propósito del proceso de paz?
LG – Yo creo que es un momento muy difícil pero que el proceso al final va a salir fortalecido. Las veces que este proceso ha entrado en crisis han sido por acciones de las FARC. Por ejemplo, las FARC para sentarse a negociar dijo que no secuestraba más, y cuando ya llevaban más de seis meses en la mesa secuestraron a unos policías. Eso golpeó muchísimo este proceso, el gobierno se puso muy duro y tuvieron que liberar a los policías en menos de 48 horas, pero además tuvieron que ceder más en la mesa de negociaciones. Las veces que el gobierno se ha puesto firme con las FARC la guerrilla ha cedido.
Aquí hay una muy buena señal: cuando hay crisis el presidente le pide al equipo negociador que vuelva de La Habana a Colombia, y el equipo negociador todavía está en La Habana. Van a pasar momentos muy duros, pero creo que los van a superar. Lo que tenemos que tener muy claro es que estamos en la parte más difícil de la negociación porque lo que se está discutiendo ahora son los mecanismos de justicia transicional. La opinión pública quiere un mecanismo de justicia transicional ajustado al derecho internacional y las FARC no quieren ceder nada en esto, todos los días dicen: “Nosotros no queremos ni un día de cárcel”. Eso está golpeando muchísimo la credibilidad y la legitimidad del proceso entre la gente y el pulso allá es muy fuerte.