Foto: En Perspectiva
El año que está terminado va a quedar marcado por la sequía histórica que afectó a buena parte del país. Las consecuencias más notorias fueron las complicaciones en el suministro de agua potable en la zona metropolitana y las pérdidas en el sector agropecuario.
Este fenómenos, a su vez, complicó la generación de energía, lo que repercutió negativamente en UTE, una de las empresas más grandes del país.
La compañía estatal terminará 2023 con una utilidad de US$ 120 millones. Aunque los números son positivos, la ganancia representa la mitad obtenida en 2022.
Esta caída se debe a que la sequía limitó la capacidad del ente de exportar energía, un rubro que le había reportado ingresos extraordinarios los dos años anteriores. Asimismo, UTE debió importar energía y además prender sus centrales térmicas, lo que aumentó los costos de generación.
Para 2024, la apuesta es a las comunidades inteligentes y a mejorar su eficiencia para estar mejor preparada para competir en el rubro grandes consumidores.
Conversamos En Perspectiva con la Ing. Silvia Emaldi, presidenta del directorio de UTE.