Tras más de 20 años de planificación, el año pasado llegó al espacio el telescopio James Webb, una maquinaria espectacular que prometía descubrimientos inimaginables para los científicos.
El James Webb orbita a 1.500.000 kilómetros de la Tierra, a una distancia tal que si se rompiera no sería posible arreglarlo, por lo cual es probablemente la obra de ingeniería más compleja jamás desarrollada para asegurar su funcionamiento.
Desde ese sitio privilegiado, tiene una capacidad mucho mayor que su antecesor más conocido, el telescopio Hubble. Las primeras imágenes que tomó llegaron en julio del año pasado y la NASA las consideró “el amanecer de una nueva era”.
Las más recientes fotos tomadas por el James Webb revelan la existencia de dos galaxias "barradas", similares a la Vía Láctea, que fueron fotografiadas en estados tempranos en su formación. También registró un exoplaneta rocoso, similar a la Tierra, y nuevas galaxias en nuestro vecindario cósmico.
¿Cómo nos impactan estos descubrimientos?
Lo conversamos con el astrónomo Julio Ángel Fernández, toda una autoridad en materia del espacio en nuestro país y en el mundo.