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El acuerdo alcanzado el jueves pasado para crear corredores humanitarios y evacuar civiles en Ucrania, fracasó ayer domingo.
El ejército ruso y ucraniano cruzaron ayer acusaciones de haber violado el cese al fuego en el corredor humanitario que se había establecido para evacuar civiles del puerto de Mariupol, un punto estratégico en el Mar de Azov que está hace días sitiado por fuerzas rusas.
La caída de este puerto marcaría un punto de inflexión en la guerra porque permitiría a Rusia unir las tropas que avanzan desde la península de Crimea -anexada por Moscú en 2014- con las fuerzas que penetran el país desde el Donbás, en el este.
Mientras tanto, los combates llegaron ayer a la periferia de la capital Kiev, donde Ucrania denunció el bombardeo de áreas residenciales, escuelas, iglesias y edificios. En Bilohorodka, justo en las afueras de la capital, las tropas ucranianas colocaron explosivos en el último puente que permanece en pie para frenar la ofensiva rusa.
Entretanto el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, denunció que las tropas rusas se preparan para bombardear Odesa, el principal puerto de Ucrania, donde viven cerca de un millón de personas.
Ucrania ha reiterado sus reclamos a Occidente para que aumente la asistencia militar incluyendo la entrega de aviones de combate. El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Anthony Blinken, afirmó que su país trabaja "activamente" en un plan con Polonia para entregarle aviones a los ucranianos.
Pero los aliados de la OTAN han rechazado hasta ahora la petición de Ucrania de establecer una zona de exclusión aérea, para tratar de evitar ua escalada imprevisible.
Actualizamos la situación en Ucrania junto al analista internacional, Mariano Aguirre, miembro de la Red sobre Seguridad Inclusiva y Sostenible de la Fundación Friedrich Ebert, ex asesor de Naciones Unidas, y ex director del Centro Noruego para la Resolución de Conflictos (NOREF) con sede en Oslo. Aguirre, es argentino pero se encuentra actualmente en Madrid, España.