Foto: Emiliano Lasalvia / AFP
En Argentina la segunda vuelta de la elección presidencial se cerró ayer con un verdadero shock: ganó el candidato libertario Javier Milei, algo que estaba entre las posibilidades pero no con la diferencia holgada con la que se concretó.
Aunque todas las encuestas auguraban un resultado parejo, Milei, el candidato opositor, obtuvo el 55,7% contra el 44,3% del peronista Sergio Massa, ministro de Ecomomía del gobierno que está a punto de completar su gestión.
La diferencia fue tan amplia que Massa admitió la derrota apenas pasadas las ocho de la noche, antes del cierre del escrutinio primario y sin esperar a la difusión de los datos oficiales que se conocerían unos minutos después de su discurso.
"Obviamente los resultados no son los que esperábamos y me he comunicado con Javier Milei para felicitarlo y para desearle suerte, porque es el Presidente que la mayoría de los argentinos eligió para los próximos 4 años. Y lo hice convencido de que lo más importante que le tenemos que dejar a los y las argentinas esta noche es el mensaje de que la convivencia, el diálogo y el respeto por la paz frente a tanta violencia y descalificación es el mejor camino que podemos recorrer".
En un mensaje breve, Massa, una figura de enorme poder en el gobierno de Alberto Fernández, dijo que esta derrota cierra para él una etapa en su vida política.
"Quiero contarles desde lo personal que hoy terminó una etapa en mi vida política, y que seguramente la vida me depare otras tareas y otras responsabilidades, pero sepan que siempre van a contar conmigo defendiendo los valores del trabajo, la educación pública, la industria nacional, el federalismo, como valores centrales de la Argentina".
Milei se hizo esperar. Habló recién sobre las de diez de la noche y su alocución tuvo un tono más medido que la retórica que puso en práctica a lo largo de la campaña. Incluso dijo que abre las puertas a quienes no lo habían apoyado, “siempre que quieran sumarse al cambio”.
"Quiero decirle a todos los argentinos que hoy comienza el fin de la decadencia argentina. Hoy empezamos a dar vuelta a la página de nuestra historia y volvemos a retomar el camino que nunca deberíamos haber perdido. Hoy se termina el modelo empobrecedor del Estado omnipresente que solo beneficia a algunos mientras la mayoría de los argentinos sufren. Hoy se termina la idea de que el Estado es un botín a repartirse entre los políticos y sus amigos. Hoy se termina esa visión de que los victimarios son las víctimas y las víctimas los victimarios. Hoy retomamos el camino que hizo grande este país. Hoy volvemos a abrazar las ideas de la libertad, las ideas de Alberti".
En su ponencia, que leyó de los papeles que llevaba en sus manos, Milei afirmó que su gobierno cumplirá con los compromisos asumidos por el Estado argentino, advirtió que la situación económica y financiera esa muy crítica y agregó que, por eso, “no hay lugar para el gradualismo ni la tibieza ni medias tintas”.
El libertario cerró con su frase de cabecera:
"Quiero darles las gracias a todos y no podía terminar de otra manera. ¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo! Dios bendiga a los argentinos. Muchas gracias".
Profundizamos más en esta noticia, conversamos En Perspectiva con nuestro corresponsal en Buenos Aires, Fernando Gutiérrez.