Publicidad que aparece en las redes sociales luego de conversar sobre determinados artículos o servicios abre la pregunta… ¿Estamos siendo "espiados" por nuestros propios teléfonos?
¿Nuestro celular nos escucha y registra lo que decimos en nuestras casas o en reuniones de amigos? ¿Las aplicaciones que tenemos en nuestros smartphones pueden procesar lo que hablamos en reserva y ofrecer luego esa información a, por ejemplo, una empresa de comercio electrónico para que nos ofrezca un producto o un servicio?
Las mismas preguntas podemos hacernos sobre los asistentes virtuales como Alexa, que se instalan en el living de una casa, cuentan con un micrófono y le permiten al usuario dar órdenes verbales para encender y manipular dispositivos electrónicos, entre otros usos.
¿A qué nos exponemos? ¿Está comprometido el contenido de las conversaciones que tenemos al lado de un teléfono? Pero, además, ¿qué usos puede tener esa información?
En Perspectiva lo conversó con Matías Rodríguez, abogado y especialista en Derecho de Alta Tecnología y en Gestión de Telecomunicaciones.
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Foto en Home: Josep Lago / AFP