Foto: Raúl Cohe
Fue un hecho inédito en Rusia desde la Revolución de 1917. El heredero del último zar de Rusia, ejecutado por los bolcheviques, se casó el 1° de octubre en San Petersburgo en presencia de varios reyes de Europa.
El gran duque Gueorgui Romanov, de 40 años, contrajo matrimonio con la italiana Rebecca Bettarini, de 39 años.
La ceremonia tuvo lugar en la catedral de San Isaac, en el corazón de la antigua capital imperial, en el noroeste del país.
La última boda en Rusia de un miembro de la familia Romanov fue la del zar Nicolás II y la emperatriz Alejandra, hace 127 años.
En esta ceremonia que acaparó el interés de los medios internacionales había unos 1.500 invitados, entre ellos la reina emérita española Sofía, el rey depuesto de Bulgaria Simeón II y su mujer Margarita, la princesa Lea de Bélgica, y otros representantes de las familias reales europeas.
Y también estaba un amigo de la casa: Raúl Cohe, diseñador, a quien ustedes conocen bien por su conducción aquí en Radiomundo de Hijos de Punta. Raúl fue uno de los invitados a este novedoso acontecimiento en San Petersburgo.
¿Por qué Rusia vuelve a impulsar la figura de la Monarquía, aunque sea simbólicamente, un siglo después de la Revolución de 1917 que terminó con los zares en el poder? ¿Qué fue lo más llamativo de esta ceremonia, que tuvo tantas particularidades?
